Experiencia personal: cómo construyeron una granja y ahora proveen cosechas a restaurantes

Los dueños de esta casa, Jade y Charlie, se conocieron en la universidad. La pareja se unió por el sueño de una familia y una casa rural acogedora rodeada de jardines, huertos y espacios de vida para animales domésticos y ganado. El deseo de cultivar la tierra está en sus venas: ambos pasaron la infancia en granjas.

Charlie y yo nos conocimos en la universidad en Melbourne. Desde entonces sabíamos que la ciudad no era el lugar donde queríamos pasar nuestra vida.

Pero lograr su sueño no fue inmediato. Debido al trabajo de Charlie (que trabaja como asesor ecológico invitado y colabora con múltiples organizaciones por todo el país), la pareja tuvo que mudarse frecuentemente.

Durante los tres años viviendo en la nueva ubicación, Jade, Charlie, sus hijos Harry y Bertie y su hija Clementina transformaron ocho hectáreas de huertos frutales salvajes en una granja permacultural Black Barn Farm y un establecimiento donde el factor clave es el enfoque ecológico. Hoy en día, la granja cuenta con un huerto, un corral para ovejas e incluso un centro educativo donde Charlie imparte talleres y asesorías sobre agricultura permacultural.

Los hijos también están involucrados: Harry y Bertie gestionan su propio pequeño negocio, mientras que Clementina es su cliente habitual.

Cada vez que se mudaban, la pareja tenía que reconfigurar la casa desde cero, así que esta vez decidieron comprar una cabaña completamente lista para vivir. Sin embargo, el destino lo dispuso de otra manera.

Al llegar la familia, tuvieron que vivir en tiendas de campaña: literalmente establecieron un campamento en la granja, viviendo en tiendas de campaña. Y desde el principio comenzaron las reparaciones. El trabajo para conectar servicios públicos tomó seis semanas completas. Pero después todo avanzó más rápido: los jóvenes pintaron las paredes y cambiaron los pisos por sí mismos. Luego decoraron la cocina y otras habitaciones.

El diseño de la cocina fue una idea de Jade. Dividió el espacio en dos zonas: en una parte colocó la cocina, superficie de trabajo y áreas de almacenamiento, mientras que en otra guardaba el almacenamiento de mermeladas caseras, jaleas y frutas en conserva.

En el interior de la cocina predominan materiales naturales, principalmente madera. Las sillas, mesa y estanterías están hechas de madera natural. La mesa antigua que adquirieron fue en una feria rural.

Las paredes de la habitación principal, como en todo el hogar, están pintadas de blanco. Un buen fondo para diferentes elementos decorativos y textiles oscuros. Las grandes ventanas llenan la habitación con luz y aire.

Una vez que todo lo necesario en la casa estaba listo, la pareja se centró en la granja. Ahora está dando sus primeros frutos. En el huerto hay más de 1000 variedades diferentes de árboles, incluyendo cerezos y 78 tipos de manzanas. Además, la familia alquiló y salvó un huerto vecino que los dueños querían cortar.

Planeamos que para 2021, nuestro huerto comience a producir cosechas todo el año: en diciembre frutas silvestres, cerezas y peras tempranas; y en abril manzanas y peras.

Actualmente, el establecimiento incluye gansos, un estanque con peces, aves domésticas y ovejas. Solo han pasado tres años desde que se mudaron, pero ya logran entregar productos de granja a restaurantes locales y pequeños mercados de alimentos.