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Cómo saber si tu diseñador te está engañando
Aprendemos a reconocer las señales rojas antes de firmar el contrato
Imágenes atractivas en Pinterest, un diploma de una universidad prestigiosa y un portafolio imponente: así se ve el diseñador de tus sueños. Pero ¿qué se esconde detrás de una fachada perfecta? El mercado del diseño de interiores está plagado de estafadores que se disfrazan de profesionales. Exigen un pago inicial, desaparecen durante meses, imponen servicios innecesarios y convierten el reman en una catástrofe financiera. Aprendamos a identificar las señales rojas antes de firmar cualquier contrato.
Lo más importante de este artículo:
- Falta de presupuesto detallado y contrato — señal principal de un estafador;
- Requerir el 100% del pago inicial no es aceptable en negocios serios;
- Un portafolio hecho con trabajos ajenos se puede verificar fácilmente buscando las imágenes;
- Imponer proveedores específicos suele significar recibir comisiones;
- Rechazar mostrar los proyectos en vivo indica que el portafolio puede ser falso;
- Un diseñador profesional siempre proporciona documentación técnica;
- Cambiar la concepción sin explicaciones es una forma de aumentar el costo del proyecto.
Portafolio en Pinterest
Lo primero que debe levantar las alarmas es un portafolio perfecto sin ningún defecto. Todas las fotos parecen ser tomadas para una revista de estilo, la iluminación es impecable, ni una sola partícula de polvo ni rastro de vida. Muy probablemente sean trabajos ajenos descargados de internet.
Verificación simple: guarda algunas fotos del portafolio y súbelas a Google Images o Imágenes de Yandex. Si el sistema encuentra las fuentes originales en sitios web extranjeros o catálogos profesionales, entonces estás frente a plagio.
Los diseñadores honestos no se sienten avergonzados de mostrar etapas intermedias del trabajo, fotos antes y después, incluso tomas imperfectas. Tienen fotos de los objetos en proceso de remodelación, bocetos hechos a mano y correos electrónicos con clientes. Los estafadores solo presentan lo que parece una portada.
Señales rojas relacionadas con dinero
Exigir el pago total por adelantado es una táctica clásica de estafadores. Profesionales serios trabajan por etapas: 30-50% por el proyecto de diseño, el resto según avance en las tareas. Si un diseñador insiste en recibir 100% del pago inicial para «comprar materiales», esto es motivo de sospecha.
Otra señal alarmante es la ausencia de un presupuesto detallado. Frases como «el proyecto de diseño cuesta 200 mil», o «el asesoramiento autorizado cuesta 50 mil» sin desglose son inaceptables. Un profesional separa cada servicio en sus partes: número de planos, visualizaciones y visitas al lugar.
Los precios muy bajos también deben levantar las alarmas. Un proyecto de diseño de una vivienda de dos habitaciones no puede costar 50 mil rublos. O bien te ofrecen trabajo barato o aparecen trabajos adicionales que aumentan el presupuesto varias veces.
Imponer proveedores
Un diseñador profesional ofrece varias opciones de proveedores y explica las ventajas de cada una. Un estafador insiste en un solo proveedor «verificado»: tienda, salón o taller. Normalmente detrás hay comisiones — un porcentaje de cada compra va al bolsillo del diseñador.
Es especialmente sospechoso cuando el especialista se niega rotundamente a aceptar tus sugerencias. «Esa tienda no sirve», «esa mobiliario no encajará con la idea», «no trabajo con ese material» — son excusas comunes. La realidad es que tu proveedor no da comisiones.
Un diseñador honesto explicará las razones reales por las que un material específico no es adecuado: falta de compatibilidad con el estilo, características técnicas o calidad. Además, siempre ofrecerá una alternativa equivalente en diferentes categorías de precios.
Documentación técnica como prueba de veracidad
Un proyecto de diseño real no solo incluye imágenes bonitas, sino también documentación técnica. Planos de medición, planos de distribución del mobiliario, vistas de paredes, esquemas eléctricos y sanitarios, especificaciones de materiales — sin eso el reman es imposible.
Los estafadores se limitan a hermosas visualizaciones. Cuando se les pregunta sobre planos responden evasivas: «los trabajadores lo entenderán», «todo se explicará en el lugar», «lo más importante es la idea general». El resultado es predecible: los constructores trabajan a ojo, surgen muchas preguntas y el resultado no corresponde con lo esperado.
Exige el conjunto completo de documentos. Si un diseñador no puede proporcionar planos de trabajo, no es un diseñador, sino un visualizador artístico. Eso no es suficiente para hacer un reman.
Autoría de supervisión como forma de extraer dinero
El servicio de asesoramiento autorizado realmente existe y puede ser útil. El diseñador controla que las obras se ajusten al proyecto, resuelve cuestiones conflictivas y corrige detalles. Pero los estafadores convierten esto en una fuente de ingresos adicionales.
Indicios sospechosos: exigir el pago por autoría de supervisión por adelantado durante todo el periodo del reman, precios exagerados (más del 15-20% del costo del proyecto), visitas obligatorias al lugar todos los días. Un especialista honesto solo se presenta cuando es necesario y cobra por el tiempo realmente trabajado.
Otra trampa es crear problemas que requieren la presencia constante del diseñador. «Los trabajadores no entienden los planos», «necesitamos elegir ahora la baldosa», «aparecieron dificultades técnicas». Si hay demasiadas situaciones como estas, es probable que el proyecto haya sido inicialmente de mala calidad.
Cambiar la concepción como forma de ganar dinero
Un diseñador responsable crea una concepción basada en tus necesidades y la mantiene. Cambios radicales solo son posibles con tu iniciativa y pago adicional.
Los estafadores usan otra táctica. Primero proponen una solución, reciben el pago inicial y luego comienzan a «mejorar» el proyecto. «He ideado una opción más interesante», «cambiamos la distribución», «ese estilo ya está desactualizado». Por cada cambio se cobra una tarifa adicional.
O al revés: muestran un proyecto magnífico, pero durante el trabajo comienzan a simplificar. «Ese material es muy caro», «esa mobiliario tarda mucho tiempo en llegar», «hagámoslo más simple». La calidad se reduce y los fondos quedan en manos del diseñador.
Hechos verificables
- Pide los datos de clientes anteriores y contacta realmente con ellos. Un especialista honesto puede proporcionar 2-3 números de teléfono sin problema. Los estafadores buscan excusas: «los clientes pidieron no ser molestados», «es un secreto comercial», «todos los contactos están en otro teléfono».
- Pregunta si puedes ver los proyectos realizados. Aunque los clientes no estén dispuestos a mostrar toda la casa, generalmente no se oponen a mostrar espacios específicos. Un rechazo es señal para cuestionar la autenticidad del portafolio.
- Verifica si tiene registro legal o como persona física con actividad empresarial. Trabajar con una persona física sin registro implica riesgo de quedar sin dinero y sin posibilidad de reclamar daños por medio judicial.
Diseño: Elvira Shaiken
Confía en tu instinto, pero verifica los hechos. Un buen diseñador está interesado en relaciones a largo plazo y reputación. El estafador busca ganancias rápidas y desaparición. Ahorra tiempo ahora revisando — te ahorrará nervios y dinero después.
Portada: Proyecto de diseño Elvira Shaiken
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