There can be your advertisement

300x150

Médicos de cuatro patas: cómo perros y gatos curan nuestra psique

Esta página también está disponible en los siguientes idiomas:🇺🇸🇷🇺🇺🇦🇫🇷🇩🇪🇵🇱🇨🇳

Los animales de compañía no reemplazarán la ayuda profesional de un psicólogo, pero pueden ser un valioso complemento para el cuidado del bienestar mental

¿Quieres una receta de felicidad sin efectos secundarios? Los científicos estadounidenses descubrieron que el 86% de los dueños de mascotas sienten un impacto mayoritariamente positivo de sus animales en su salud mental. Y no es solo una percepción subjetiva: durante la última década, investigadores del Instituto Nacional de Salud de EE.UU., el Mayo Clinic y universidades líderes del mundo han estudiado los mecanismos por los cuales nuestros amigos peludos, plumosos y escamosos se convierten en psicoterapeutas reales.

Lo más importante de la artículo:

  • El 86% de los dueños de mascotas notan un impacto positivo en su salud mental;
  • La interacción con animales aumenta el nivel de oxitocina y reduce el cortisol, hormona del estrés;
  • El 69% de los dueños reporta que sus mascotas ayudan a reducir el estrés y la ansiedad;
  • Los perros motivan a hacer actividad física: el 60% de los dueños de perros cumplen con la norma recomendada de ejercicio;
  • Los peces ayudan a los adolescentes con diabetes tipo 1 a controlar mejor sus niveles de azúcar en sangre;
  • Los gatos son especialmente eficaces para personas con autismo gracias a su temperamento tranquilo.

La química de la felicidad: cómo funciona el "efecto mascota"

El secreto del efecto terapéutico de los animales radica en nuestra bioquímica. Un estudio realizado por la Universidad de Georgia y el Instituto de Relaciones Humanas con Animales mostró que al interactuar con mascotas, ocurren cambios sorprendentes en el organismo humano.

El nivel de oxitocina —la "hormona del abrazo"— aumenta significativamente tanto en personas como en sus mascotas. Al mismo tiempo se producen endorfinas y prolactina (hormona de cuidado), mientras que la concentración de cortisol —la principal hormona del estrés— disminuye. Esto explica por qué simplemente acariciar a un gato o jugar con un perro mejora inmediatamente el estado de ánimo.

La doctora Ann Berger del Instituto Nacional de Salud explica: "Los perros son muy sensibles al momento presente. Si alguien está pasando por dificultades, saben cómo simplemente estar cerca y dar amor. Su atención está completamente centrada en la persona". Es interesante que los animales poseen cualidades de atención plena que a los humanos se les debe aprender.

Perros: entrenadores personales y antidepresivos

Los dueños de perros son los más activos físicamente entre todos los amantes de los animales. Según un estudio del Mayo Clinic, más del 60% de los dueños de perros cumplen con la norma recomendada semanal de ejercicio físico (150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensiva).

Las caminatas diarias con un perro reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, cáncer colorrectal y de mama, así como diabetes tipo 2. Además, los dueños de perros son menos propensos a sufrir obesidad y tienden a seguir una dieta saludable.

Un estudio australiano con 71 personas mostró resultados impresionantes: aquellos que adoptaron un perro experimentaron una reducción significativa del aislamiento social ya al cabo de tres meses, y este efecto se mantuvo hasta el final del estudio de ocho meses. Los perros también contribuyeron al aumento del estado de ánimo positivo —los intensos estallidos de alegría provenientes de la interacción con la mascota se acumularon en mejoras a largo plazo del bienestar general.

Foto del sitio web: freepik.comFoto del sitio web: freepik.com

Gatos: sanadores tranquilos para necesidades especiales

Los gatos demuestran una eficacia particularmente alta en el trabajo con personas que necesitan apoyo tranquilo. Un estudio llamado Feline Friends Study mostró que el carácter más silencioso y calmado de los gatos resulta especialmente beneficioso para niños con trastornos del espectro autista.

El 86% de los dueños de gatos notan un impacto positivo en su salud mental, y los dueños de gatos son más propensos que los dueños de perros a decir que sus mascotas brindan compañía, crean una presencia calmante y ayudan a reducir el estrés. Los estudios también mostraron que las personas que han tenido un ataque cardíaco tienen mejores probabilidades de recuperarse en compañía de un gato.

Hecho interesante: observar a los gatos desarrolla la conciencia plena. Estudiar el lenguaje corporal del gato —por ejemplo, entender que mover la cola suele significar irritación— ayuda a las personas a ser más atentas a los detalles y mejoran la lectura de señales no verbales.

Peces: inesperados auxiliares en la terapia

¿Qué puede ofrecer observar a los peces? Resulta que mucho. El Instituto Nacional de Salud financió un estudio sobre el impacto de los peces en acuarios en adolescentes con diabetes tipo 1, y los resultados superaron las expectativas.

Adolescentes que alimentaban a sus peces dos veces al día y vigilaban el estado del agua mostraron una mayor disciplina al revisar sus niveles de glucosa en sangre. El cuidado de los peces servía como recordatorio eficaz de la necesidad de cuidar su propia salud.

Un efecto similar se observó en pacientes con demencia de Alzheimer: cuando los pacientes comían en una habitación con un acuario, comían más, requerían menos nutrición adicional y mostraban menos problemas conductuales relacionados con el síndrome del sol poniente.

Observar simplemente a los peces flotando ayuda a reducir la tensión muscular y ralentiza el pulso —una forma natural de meditación.

Aves: catalizadores sociales para personas mayores

Las aves son particularmente útiles para personas mayores, ya que estimulan la interacción social y ayudan a mantener la agudeza mental. El 72% de los estadounidenses tienen mascotas, y entre ellos, el 4% elige específicamente aves.

Loros y otras aves habladoras crean una sensación de diálogo, algo especialmente importante para personas mayores solteras. Requieren cuidado diario, lo que ayuda a mantener una estructura diaria y una sensación de responsabilidad, pero no necesitan paseos, lo que las convierte en compañeros ideales para personas con movilidad reducida.

Mascotas exóticas: de los cobayos a las serpientes

Los estudios demuestran los beneficios también de mascotas menos tradicionales. Niños con el síndrome de déficit de atención se volvieron más tranquilos durante sesiones de juego de 10 minutos con cobayos en el aula —el nivel de ansiedad disminuyó y las interacciones sociales con compañeros mejoraron.

Incluso las reptiles pueden convertirse en compañeros exóticos para quienes buscan una mascota inusual. Serpientes, lagartos y otras reptiles requieren cuidados especiales, lo que puede dar al dueño una sensación de experticia y unicidad.

Los conejos son ideales para quienes padecen alergias a los gatos y perros, pero desean un amigo peludo para abrazar. Combina la dulzura de los gatos con la juguetonería sin necesidad de paseos.

Aspectos importantes: la mascota no es una píldora mágica

A pesar de los beneficios demostrados, los científicos insisten: los animales de compañía no son una píldora universal para problemas psicológicos. Un análisis meta 32 estudios mostró un efecto moderado y positivo en la actividad física, pero el impacto en la salud mental fue más complejo y dependía de múltiples factores.

Es importante considerar la calidad de las relaciones con el animal, no solo el hecho de tenerlo. Un estudio con 1693 dueños de perros en Reino Unido mostró que la utilidad para la salud mental está directamente relacionada con el grado de conexión emocional entre humano y mascota.

Además, tener una mascota también añade responsabilidad y estrés. Algunos participantes en estudios mencionaron la carga financiera, el cansancio del cuidado y las emociones vinculadas a enfermedades de sus mascotas.

Para quién ayudan especialmente los animales

Los estudios identificaron grupos de personas que obtienen la mayor utilidad al interactuar con animales:

  • Personas mayores que viven solas — las mascotas reducen la aislamiento social y brindan una estructura al día.
  • Personas con graves problemas psicológicos — el 67% de los participantes del estudio deseaban tener una mascota para apoyo durante el proceso de recuperación.
  • Niños con necesidades especiales — las mascotas en el aula mejoran las habilidades sociales y el rendimiento académico, reducen la hiperactividad.
  • Personas en estado de estrés — la presencia de animales reduce significativamente la presión arterial en situaciones estresantes.

Es interesante que durante la pandemia de COVID-19, la utilidad de los animales fue especialmente perceptible en personas que estaban en relación sentimental, mientras que los adultos solteros no recibían un apoyo tan claro de sus mascotas.

Los animales de compañía no reemplazarán la ayuda profesional psicológica, pero pueden ser un valioso complemento para el cuidado del bienestar mental. Lo más importante es elegir una mascota que se ajuste a tu estilo de vida y recordar: las relaciones saludables con una mascota requieren cuidado mutuo y responsabilidad. Al final del día, la mejor terapia es aquella que trae alegría tanto a ti como a tu psicoterapeuta de cuatro patas, alas o escamas.

Portada del sitio web: freepik.com