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Aislamiento de la cimentación
A menudo, después de gastar muchos recursos, esfuerzos y tiempo en la construcción de una cimentación potente y bien enterrada, el cliente olvida un componente relativamente pequeño: el aislamiento de la cimentación. Es común que las viviendas se construyan con sótano, completamente o parcialmente ubicado por debajo del nivel del suelo.
A menudo, después de gastar muchos recursos, esfuerzos y tiempo en la construcción de una cimentación potente y bien enterrada, el cliente olvida un componente relativamente pequeño: el aislamiento de la cimentación.
Es común que las viviendas se construyan con sótano, completamente o parcialmente ubicado por debajo del nivel del suelo. En este caso, el aislamiento puede prevenir consecuencias muy graves debidas al congelamiento profundo de bloques o de la losa de hormigón. Pero incluso si en la vivienda no hay sótano ni subterráneo, no significa que la cimentación de esta estructura pueda quedarse sin aislamiento.
Según estadísticas, la proporción de la cimentación en el presupuesto total de construcción de una vivienda privada en condiciones normales puede alcanzar el 15-17%. Sin duda, no se trata de gastos pequeños. La durabilidad del hormigón, tanto en una losa monolítica como en bloques FBS, depende directamente del número de ciclos de congelación-descongelación que el material ha soportado. El aislamiento aplicado desde el exterior mantiene la base de hormigón constantemente en una zona de temperaturas positivas, lo que aumenta significativamente su vida útil.

Tecnología de aislamiento
La cimentación se aísla con uno de los materiales más prácticos y cálidos del mercado actual: el poliestireno extruido. Este material se produce mediante extrusión (inyección) de materia prima estirénica a través de una matriz especial. El agente de espumado es el freón o el dióxido de carbono.
Las placas de poliestireno extruido se fabrican en diferentes tamaños y espesores, aunque las más comunes en la práctica de construcción son de 600 x 1200 mm, con espesores entre 30 y 100 mm. El material destaca por su coeficiente de conductividad térmica excepcionalmente bajo (0,029 W/mK), por lo que su espesor de aplicación es pequeño. La mayoría de los fabricantes producen poliestireno extruido con bordes desplazados, para evitar puentes térmicos.
El aislamiento se realiza mediante placas de poliestireno fijadas desde el exterior de la cimentación con anclajes de disco sobre una capa de impermeabilización por aplicación. El espesor del aislamiento se elige mediante cálculo, en función de la región de construcción, los grados-día del periodo de calefacción, el uso previsto y el régimen térmico del sótano. Todos estos parámetros se consideran directa o indirectamente en el cálculo técnico.
La terminación de la parte del poliestireno que sobresale por encima del nivel del suelo puede variar ampliamente: desde una simple pintura hasta paneles decorativos de piedra natural. El poliestireno es un material aislante duradero y práctico, también utilizado para aislar las bases de hormigón bajo la cimentación.
Dado que la resistencia a compresión del poliestireno extruido puede superar los 700 kPa, es ideal para su uso bajo una base de hormigón, bloqueando el acceso de temperaturas negativas desde abajo — especialmente relevante para edificios construidos en zonas de latitudes norteñas, donde la profundidad de congelación del suelo es grande.







