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El paraíso comunal o la utopía en hormigón: historia del Edificio Narkomfin

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El ejemplo más destacado de arquitectura soviética y vivienda comunal

Imagine un edificio donde no hay cocinas individuales, pero sí una sala comunal en el techo. Un edificio donde los pasillos se parecen a las calles y los apartamentos son como camarotes de una nave espacial. No, esto no es una escena de una película de ciencia ficción. Es un edificio real en el centro de Moscú: el famoso Edificio Narkomfin. ¿Por qué se llama «la casa comunal»? ¿Cómo sobrevivió en la era de los rascacielos stalinistas? Y ¿por qué hoy en día arquitectos de todo el mundo vienen a ver este edificio?

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Moisés Yacobovich Ginzburg: arquitecto ahead of his time

Antes de hablar del edificio, conozcamos a su creador. Moisés Yacobovich Ginzburg nació en 1892 en Minsk. Recibió educación en Milán y París, y después de la revolución se convirtió en uno de los líderes del vanguardismo soviético en arquitectura.

Ginzburg no era solo un arquitecto, sino también un teórico. Soñaba con cómo la arquitectura podía cambiar la vida de las personas y crear un nuevo hombre soviético. El Edificio Narkomfin se convirtió en la realización de estas ideas.

Foto: ria.ruFoto: ria.ru

De la idea a la realidad: cómo nació el Edificio Narkomfin

En 1928, Ginzburg recibió una orden del Comisariado del Pueblo de Finanzas (Narkomfin) para construir un edificio residencial para empleados. Pero el arquitecto decidió crear no solo una casa, sino un complejo residencial experimental.

Junto con el arquitecto Ignatius Milinis, Ginzburg desarrolló el proyecto de «casa tipo transicional». La idea era preparar gradualmente a las personas para la vida comunal.

Construcción: hormigón, vidrio y ideas atrevidas

La construcción comenzó en 1928 y tomó aproximadamente dos años. El edificio se construyó con concreto reforzado monolítico, un material que en ese entonces estaba entrando en moda.

El edificio consta de varios bloques:

  • Cuerpo residencial sobre pilares-columnas;
  • Bloque comunal con sala de comedor y biblioteca;
  • Un bloque independiente para la lavandería.

El elemento más innovador fue el techo plano-terraza, donde se planeaba instalar un jardín y solarium.

Foto: rg.ruFoto: rg.ru

Dentro del futuro: planos y características

El Edificio NarkFin es un verdadero manual del constructivismo. Aquí hay algunas de sus características únicas:

  • Apartamentos de dos tipos: pequeños (tipo F) para solteros y familiares (tipo K).
  • Apartamentos de dos niveles con techos altos en la sala de estar.
  • Pasillos estrechos que parecen calles.
  • Grandes ventanas a toda la pared para una iluminación máxima.
  • Muebles integrados para ahorrar espacio.

En el edificio no había cocinas individuales, se esperaba que los residentes comieran en la sala comunal. Esto debería haber liberado a las mujeres del «esclavitud de la cocina».

Vida en la casa comunal: sueños y realidad

Los primeros residentes se mudaron al edificio en 1930. Entre ellos estaban altos funcionarios del Narkomfin, incluyendo al comisario Nikolai Milutin.

Sin embargo, la vida pronto introdujo correcciones a los planes utópicos de los arquitectos:

  • La sala comunal nunca funcionó plenamente.
  • Los residentes comenzaron a instalar cocinas en sus apartamentos.
  • El techo plano se filtraba y se tuvo que abandonar la idea del jardín.

A pesar de ello, muchos residentes recordaban la vida en el Edificio Narkomfin con calidez. Allí reinaba una atmósfera especial, y desde las ventanas se podía disfrutar de un hermoso panorama de la vieja Moscú.

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Del esplendor a la olvido: años difíciles del Edificio Narkomfin

En las décadas de 1930, la percepción de la arquitectura vanguardista cambió. El constructivismo fue declarado un «desvío formalista». Ginzburg cayó en desgracia, y sus ideas fueron olvidadas.

El Edificio Narkomfin comenzó a deteriorarse. En los años 1950 se quería demolerlo para construir allí una típica «hruščovka». Afortunadamente, eso no ocurrió.

Los años pasaban y el edificio no recibía mantenimiento. El techo filtraba, las tuberías se oxidaban y la cal viva se desprendía —el Edificio Narkomfin se convirtió en un «fantasma doméstico».

Lucha por el legado: cómo el Edificio Narkomfin se convirtió en monumento

En los años 1980 comenzó la lucha para preservar el edificio. Un papel importante en esto jugó el nieto del arquitecto, Alexei Ginzburg. Durante años luchó por que el edificio fuera reconocido como monumento arquitectónico.

En 1987 el Edificio Narkomfin recibió el estatus de monumento de valor regional. Pero no había fondos para restaurarlo y el edificio continuó desmoronándose.

Renacimiento de la leyenda: restauración del Edificio Narkomfin

Solo en 2017 comenzó la restauración a gran escala del edificio. Las obras se realizaron bajo la dirección de Alexei Ginzburg, quien deseaba conservar al máximo el diseño original del abuelo.

Los restauradores se enfrentaron a muchos problemas:

  • Tuvieron que fabricar nuevamente marcos de ventana únicos.
  • Restauraron la gama cromática original de los fachades.
  • Recrearon el sistema de ventilación diseñado por Ginzburg.

En 2020 se completó la restauración. El Edificio Narkomfin volvió a ser como Ginzburg lo imaginó, pero ahora con instalaciones y comodidades modernas.

Edificio Narkomfin hoy: museo y edificio residencial

Hoy en día, el Edificio Narkomfin es tanto un museo como un edificio residencial al mismo tiempo. Parte de los apartamentos fueron vendidos a propietarios privados, y en el bloque comunal se abrió un museo.

Alexei Ginzburg, nieto del arquitecto y director de la restauración, dice: «Nuestra tarea no fue simplemente restaurar el edificio, sino darle una nueva vida. Queríamos que el edificio volviera a ser como lo imaginaba mi abuelo: una plataforma experimental para nuevas ideas en arquitectura y estilo de vida».

Foto: pinterest.comFoto: pinterest.com

El legado de Ginzburg: influencia en la arquitectura mundial

El Edificio Narkomfin tuvo una gran influencia en el desarrollo de la arquitectura modernista en todo el mundo. Le Corbusier, quien visitó el edificio en las décadas de 1930, lo llamó «milagro del constructivismo».

Las ideas de Ginzburg sobre vivienda funcional, ahorro de espacio y espacios comunitarios en edificios residenciales se reflejaron en muchos proyectos del siglo XX —desde la «unidad de vivienda de Marsella» de Le Corbusier hasta los co-living modernos.

Hoy en día, el Edificio Narkomfin no es solo un monumento arquitectónico. Es un símbolo de ideas atrevidas y el sueño de un mejor futuro. ¿Quién sabe? Quizás al pasar frente a este edificio tan especial en la Avenida Novinsky, alguien de nosotros también se detenga a pensar cómo la arquitectura puede cambiar nuestra vida para mejor.

Portada: pinterest.com