Reemplazo de radiadores de calefacción en un apartamento

El tipo más común y conocido de radiadores de calefacción instalados en la mayoría de nuestros apartamentos son los pesados radiadores de fundición. A pesar de sus cualidades positivas (resistencia a la corrosión, durabilidad, buena capacidad de dispersión térmica), también tienen importantes desventajas.

Una de ellas es el aspecto, que no armoniza en absoluto con los interiores modernos. La otra es la falta de regulación debido a la válvula de cierre desgastada y la gran inercia del dispositivo. En resumen: ¡es necesario cambiarlos! Pero no todo es tan sencillo.

Balance térmico y reemplazo de radiadores

Probablemente todos conocen casos en los que, en el mismo edificio, en algunas viviendas hace frío constantemente, mientras que en otras las ventanas permanecen abiertas todo el invierno. Incluso puede ocurrir en apartamentos ubicados uno encima del otro, es decir, en la misma tubería. La causa es el desequilibrio térmico del edificio, provocado por una sustitución inadecuada de los radiadores.

Curiosamente, el concepto de equilibrio térmico se usa muy a menudo, pero no existe una definición específica en ningún documento normativo. En nuestro caso (con el reemplazo de baterías), el desequilibrio térmico significa una distribución desigual de calor entre los apartamentos. Esto ocurre debido a la instalación de dispositivos de mayor potencia o cambios en su configuración.

A menudo, las personas que comienzan el reemplazo de radiadores no saben que estos dispositivos son propiedad común, y su sustitución independiente (sin autorización) es ilegal y viola el Código de Vivienda de la RF.

Además, la empresa de gestión del edificio tiene derecho a retirar los dispositivos de calefacción que excedan la potencia establecida en el proyecto. Aunque en la práctica este derecho se aplica raramente, existe.

Por lo tanto, antes de reemplazar los radiadores antiguos, es esencial anticipar posibles consecuencias y obtener la autorización para instalar nuevos dispositivos de calefacción en la administración del edificio. Se necesita autorización en los siguientes casos:

• al reemplazar los dispositivos de calefacción con cambio de tipo o aumento del número de secciones,
• al modificar la configuración del sistema de calefacción (reubicación de radiadores).

Por supuesto, lo mejor es consultar a un especialista antes de comenzar, pero se puede estimar la potencia aproximada de los dispositivos antiguos por uno mismo. La potencia de una sección de radiador de fundición oscila entre 100 y 150 W (según el modelo). A partir de este valor, se debe elegir el nuevo dispositivo. Más adelante veremos brevemente qué tipo elegir.

Cómo elegir radiadores de calefacción

Potencia. En promedio, se necesitan 100 W de energía térmica para calentar un metro cuadrado, pero existen varias características de la habitación que pueden requerir un aumento.

• 20 % más en habitaciones angulares con una ventana, 30 % con dos.
• 10 % más con una ventana al norte.
• 5 % más cuando el radiador está colocado en una nicho.
• 15 % más cuando el radiador está cubierto completamente por una pantalla rígida.

Si hay varios factores, los porcentajes se suman, y luego se calcula la potencia necesaria. Con este método, los resultados pueden ser ligeramente sobreestimados, pero el exceso de calor siempre se puede eliminar con válvulas de regulación.

Tipo. Las opciones más económicas suelen tener una vida útil más corta;

• Los radiadores de aluminio son confiables, soportan grandes variaciones de presión, pero son muy sensibles a la acidez del fluido calefactor;
• Los radiadores bimetálicos son fuertes como el acero, ligeros como el aluminio y resistentes como la fundición.

Teniendo en cuenta que en nuestros sistemas de calefacción la presión fluctúa y el fluido calefactor puede cambiar sus propiedades químicas varias veces por temporada, la elección de modelos bimetálicos resulta especialmente atractiva. Además, este tipo de radiadores tolera bien el funcionamiento semi-seco (o semi-húmedo) con drenaje regular de agua después de la temporada de calefacción.

En conclusión. Después de elegir los dispositivos, no se apresuren a comprarlos ni a reemplazar los radiadores en su apartamento. Revise nuevamente sus cálculos, muéstrelas a un especialista y a los trabajadores que realizarán el trabajo. Algo en los cálculos probablemente deberá ajustarse.