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¿Por qué los dietistas prohíben contar calorías? Un nuevo enfoque para adelgazar

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La alimentación no es un conjunto de reglas, sino un proceso flexible en el que es importante considerar tus necesidades físicas y emocionales

Imagina: te despiertas y tu primer pensamiento es ¿cuántas calorías tiene la avena? Pesas cada nuez, calculas los gramos en una cucharadita de miel y agonizas decidir si comer una manzana o dejar esas 80 calorías para la cena. Suena como una pesadilla, pero para millones de personas es su realidad diaria.

Ahora imagina otro escenario: comes cuando tienes hambre, te detienes cuando estás lleno, disfrutas del sabor y al mismo tiempo... pierdes peso. Sin aplicaciones, sin balanzas para la comida, sin neurosis. ¿Imposible? Los dietistas modernos afirman que es más que realista.

La matemática frente a la biología: por qué los números engañan

El meticuloso conteo de calorías frecuentemente conduce a irritabilidad, neurosis y depresión. El entorno obsesivo por las calorías puede dar lugar a trastornos alimenticios, incluso a la grave anorexia — advierten los especialistas.

Pero el problema no solo está en los riesgos psicológicos. La raíz es más profunda: las fórmulas de cálculo no reflejan necesidades reales. La cantidad de calorías que quemas o absorbes depende del peso, proporción de masa grasa a músculo, nivel de actividad física no deportiva, tipo de entrenamiento, estado del sistema endocrino y flora intestinal.

En otras palabras, 1200 calorías para una trabajadora de oficina de 25 años y una madre de tres hijos de 40 años son cosas completamente diferentes. Y las aplicaciones no lo tienen en cuenta.

La revolución de la conciencia: la alimentación intuitiva como antidieta

En 1995, dietistas estadounidenses Evelyn Tribole y Elizabeth Rozin publicaron un libro que revolucionó la percepción del adelgazamiento. La alimentación intuitiva es un enfoque moderno de nutrición basado en la creencia de que prestar atención a las señales de tu cuerpo —hambre y saciedad— es un método más eficaz para regular el peso y el comportamiento alimentario que las tácticas de restricción, conteo de calorías o clasificación de alimentos como 'buenos' y 'malos'.

El lema simple: “Come cuando tengas hambre, no comas cuando no tengas hambre”. Suena como una obviedad, pero para la mayoría de nosotros es una revolución. Nos hemos olvidado de escuchar a nuestro cuerpo, ahogando su voz con calculadoras de calorías.

Ciencia frente a mitos: lo que dicen las investigaciones

Actualmente se han realizado más de cien estudios que confirman la conexión entre alimentación intuitiva y un menor índice de masa corporal a lo largo de la vida, mejoras en salud cardiaca y metabólica, disminución del nivel de depresión y ansiedad sobre el cuerpo y mejoramiento en comportamiento alimentario.

Pero hay un punto importante: la alimentación intuitiva no tiene como objetivo principal adelgazar. El método es sobre cómo dejar de preocuparse constantemente por la comida. El peso puede no cambiar. Es un enfoque para quienes se cansaron de las dietas y desean reconciliarse con la comida.

Calidad frente a cantidad: qué realmente funciona

Este enfoque se centra no en cifras, sino en la calidad de los alimentos y las señales de tu cuerpo. El principio fundamental es elegir productos integrales y mínimamente procesados. Verduras y frutas naturales, granos enteros, proteínas y grasas saludables se convierten en la base de la dieta.

El mecanismo es simple: estos alimentos te sacian mejor y por más tiempo que sus equivalentes refinados. El control de porciones ocurre naturalmente gracias a su alto valor nutricional. Una persona siente saciedad antes y no come en exceso, ni siquiera pensando en las calorías.

Prueba hacer un experimento: come 200 calorías de chocolate y 200 calorías de aguacate con vegetales. ¿Cuál te mantiene lleno más tiempo? Tu organismo sabe la diferencia, aunque tu calculadora no lo vea.

Trampas del conteo: por qué los números no siempre son verdad

Al contar calorías es fácil cometer errores. Los más comunes incluyen usar recetas prehechas en contadores de calorías, contar productos cocinados en lugar de crudos. Además, factor humano: tendemos a subestimar la comida sabrosa y sobreestimar la saludable.

También hay un problema psicológico. La mayoría de las personas evalúan inadecuadamente su actividad y necesidades calóricas: algunos subestiman su consumo de calorías, creyendo que no se mueven suficiente, mientras otros forzan su cuerpo a comer su ingesta diaria de macronutrientes aunque no tengan hambre.

Foto del sitio web: freepik.comFoto del sitio web: freepik.com

El equilibrio dorado: cuándo realmente es necesario contar calorías

Para ser justos, el conteo de calorías funciona. A diferencia de la alimentación intuitiva, el conteo de calorías realmente ayuda a adelgazar. Pero requiere cierto tipo de mente y situación de vida.

Si estás satisfecho con tu peso, calidad corporal y reflejo en el espejo y no tienes problemas de salud relacionados con el exceso o deficiencia de peso, no hay razón para evitar la alimentación intuitiva.

Para una pérdida de peso activa, muchos especialistas recomiendan un enfoque híbrido: combinar macronutrientes con una mentalidad flexible —por ejemplo, tener días sin conteo y basarse en las señales del cuerpo.

Pasos prácticos: cómo dejar de contar y comenzar a sentir

Si decides probar una alimentación sin calculadora, comienza poco a poco:

  • La conciencia durante la comida es fundamental. Masticar lentamente y evitar distracciones ayuda a captar mejor el momento de saciedad. El cerebro tiene tiempo para recibir la señal del estómago.
  • Quita el teléfono durante las comidas. Los científicos han demostrado que ver televisión aumenta la cantidad de comida ingerida. Una persona se entretiene tanto que no nota cómo sigue comiendo automáticamente.
  • Usa la “regla del plato”: la mitad son vegetales y frutas, un cuarto proteínas y otro cuarto carbohidratos. Funciona sin necesidad de contar.

¿A quién le conviene vivir sin calorías?

La alimentación intuitiva no es una píldora mágica. Es ideal para quienes se cansaron de las restricciones dietéticas, tienen una relación saludable con la comida y están dispuestos a trabajar a largo plazo en sus hábitos alimenticios.

El conteo de calorías sigue siendo una herramienta útil para quienes buscan resultados rápidos y predecibles, les gusta la estructura y el control, y están dispuestos a invertir tiempo en planificación alimentaria.

La alimentación no es un conjunto de reglas, sino un proceso flexible en el que es importante considerar tus necesidades físicas y emocionales. Lo principal es aprender a escuchar tu cuerpo, cuidarte y alimentarte conscientemente.

¿Quizás es hora de dejar de contar la comida y comenzar a sentirla? Tu cuerpo sabe mejor respuesta que cualquier aplicación.

Portada del sitio web: freepik.com