5 brillantes soluciones de diseño para la cocina

Esta cocina es un reflejo del estilo de vida dinámico de su dueña. Vibrante y pensada hasta los más pequeños detalles, combina elementos atrevidos, soluciones modernas y funcionalidad. Cada objeto aquí tiene su propósito: desde sencillos sillones bar para una zona de comedor hasta luminarias elegantes.

La propietaria del apartamento es una joven activa que ama viajar. Ella quería que el interior fuera brillante, memorable y totalmente acorde a su personalidad. La diseñadora Eugenia Marasenko-Grigoryan tuvo en cuenta todas sus preferencias y creó un espacio donde el estilo se combina con comodidad.

En la base del diseño hay tonos cálidos de madera y un fondo blanco suave que resalta los elementos destacados. Los sillones bar de color borgoña intenso combinan perfectamente con los candelabros colgantes de vidrio en tono. El azulejo negro con relieve expresivo aporta textura y profundidad. Las superficies de mármol blanco le dan elegancia y ligereza a la cocina.

Entre la cocina y la sala de estar se colocaron puertas de cristal. En posición cerrada amplían visualmente el espacio mientras que en abierta conectan ambas zonas permitiendo que la luz natural circule libremente por el apartamento. Grandes ventanas con cortinas de visillo suave iluminan la cocina con luz diurna suave y hacen que sea aún más acogedora.

La diseñadora rechazó las soluciones básicas a favor de una ergonomía cuidadosamente planificada. El área de trabajo se diseñó con comodidad para la dueña: encimeras anchas, estantes espaciosos y electrodomésticos integrados crean condiciones cómodas para cocinar. El tablero funcional sirve tanto como superficie de trabajo como lugar para desayunos o charlas amigables.

Un área de descanso acogedora con un sillón vintage hace que la cocina no solo sea funcional sino también cómoda para desayunos sin prisas o una taza de café. La tapicería en terracota aporta calor mientras que los reposabrazos de madera resaltan su estilo retro. Junto a él está un armario de cristal con puertas blancas y amarillas soleadas donde se colocan delicadamente los platos encima de un dibujo acuarela con pájaros y flores. Esta combinación entre elementos vintage y modernos da vida e individualidad al interior.

Esta cocina se convirtió en reflejo de la personalidad de su dueña: elegante, brillante y pensada hasta los más pequeños detalles. Los elementos atrevidos, soluciones prácticas y el área de descanso acogedora crean un espacio en el que uno quiere pasar tiempo, disfrutar de comidas deliciosas e inspirarse para nuevos experimentos culinarios.

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