Hacer reparaciones en casa y ahorrar: ejemplo real en Londres

Alex Stedman es un blogger de moda y estilo de vida popular, junto con su esposo, compraron esta casa londinense en 2016. Los nuevos dueños no dudaron en mudarse al apartamento en invierno, sin agua caliente ni calefacción funcionando. Se necesitaron cerca de dos años para ordenar todo y hacer que el espacio fuera acogedor y elegante.

La casa estaba en un estado catastrófico: húmeda, con moho en las paredes y cables colgando antiguos. Especialmente lamentable era el baño con azulejos que se desprendían y la cocina, como de una película de terror, que Alex y su esposo llamaron «la oscura mazmorra».

No tenían dinero para una rehabilitación completa, por lo que se dedicaron a cada habitación por turnos. Comenzaron con el baño: eligieron azulejos con un diseño moderno, pintaron parte de las paredes. «Muchas ideas las encontré en Pinterest», recuerda Alex. «Por ejemplo, usar una moldura dorada de latón para decorar el borde de los azulejos, yo misma no lo habría pensado».

Para ahorrar dinero en la decoración del vestíbulo, lo pintaron de blanco puro y usaron la pintura más económica. Luego gastaron en una lata de pintura Farrow & Ball casi negra. Eso fue suficiente para pintar la puerta y el marco, los moldes y parte de las paredes. Así el interior parecía más complejo y costoso.

Casi en todas las habitaciones, las paredes se pintaron de blanco. Pero la «oscura mazmorra» se convirtió en un despacho doméstico con paredes de un color azul moderno. Se colocó parquet de roble y se fabricó una mesa de madera natural a medida. Resultó más barato hacer la superficie de la mesa y comprar las patas por separado que encontrar una modelo lista.

Otra dificultad que debían resolver era la presencia de un calentador en el despacho. «Decidimos esconderlo en una repisa, y el primer maestro pidió alrededor de cinco mil libras por él», cuenta el blogger. «Pero al final nuestro constructor lo hizo de MDF, lo pintó con Farrow & Ball y yo encontré puertas elegantes. Todo costó cinco veces menos».

En la elección de muebles se guiaron por el catálogo de tiendas populares: H&M Home, Habitat e IKEA. Para decorar las paredes decidieron usar pósters y cuadros: Alex colocó en marcos las ilustraciones más simples — desde afiches de moda hasta un mapa de Los Ángeles comprado por un dólar.