Cómo lavar rápidamente el balcón (y también el exterior)

Por lo general, dejamos la limpieza del balcón para más tarde: parece que puede durar toda la eternidad. Esperamos que este artículo te sirva como señal para actuar y te ayude a ahorrar tiempo en la limpieza.

¿Qué necesitamos?

• escoba para pisos;
• trapo para lavar pisos;
• vacuum limpiador;
• recipiente con solución jabonosa o detergente (para el piso);

• productos de limpieza en aerosol (para ventanas);
• telas limpias;
• esponja o cepillo con mango largo;
• escoba rígida (para barandales).

¿Con qué empezar?

Retira todos los objetos que te estorben. Lo ideal sería sacarlos todos — aprovecha para decidir qué desechar ya hace tiempo.

Pasamos a las ventanas

Si comienzas por el suelo, durante la limpieza polvo y suciedad de las paredes y ventanas caerán sobre él. Por eso, limpia todas las superficies, prestando especial atención a los marcos. No olvides la puerta del balcón: también hay que lavarla.

Ya habíamos explicado cómo limpiar correctamente las ventanas. Pero si quieres terminar aún más rápido, usa productos de limpieza en aerosol para vidrios (o lléna un pulverizador con una solución jabonosa). Comienza por el lado interior para identificar cuán sucia está la ventana por fuera.

¿Qué hacer con el lado opuesto de la ventana?

Tienes dos opciones para limpiarlo: usar un cepillo con mango largo o uno magnético.

Los cepillos de mango largo son de dos caras. Uno tiene una esponja y otro un raspador con manguito de goma. Puedes envolver una tela sobre el raspador y pasarla por las ventanas ya limpiadas. Es ideal si la manija puede ajustarse en longitud para alcanzar fácilmente los puntos más alejados.

Pero es mucho más cómodo usar un cepillo magnético. Está compuesto por dos cepillos conectados con un imán. Si colocas uno de ellos desde un lado y otro desde el otro lado del vidrio, el imán evitará que se caigan. Al comprar, presta atención al grosor de tus vidrios y tamaño del imán. Estos cepillos pueden limpiar vidrios con un grosor hasta 32 mm. Cuanto más fuerte sea el imán, mayor será su precio.

¿Y si el balcón es abierto?

Entonces tendrás que lavar los barandales en lugar de las ventanas. Si no tienes mucho tiempo, simplemente pasea con un cepillo mojado en una solución jabonosa. Pero si aún te sobra un poco de tiempo, renueva los barandales tras una larga temporada de invierno: pinta y aplica barniz.

Pasamos al suelo

Recoge con una escoba o aspiradora todo el desperdicio grueso, y luego pasa con la fregona. La elección del producto limpiador dependerá del tipo de piso en el balcón. Para evitar usar productos abrasivos, sustitúyelos por una solución jabonosa.

Comienza desde los ángulos más alejados y avanza poco a poco hacia la entrada. Si hay molduras en el balcón, dedícale especial atención a ellas — ahí se acumula más suciedad.

En la portada: proyecto de diseño de Maya Valit