Cómo instalar una puerta de entrada

Normalmente, esto lo hacen especialistas de la empresa donde se ha realizado el pedido. Pero es importante saber cómo instalar correctamente una puerta de metal para supervisar el trabajo de los instaladores.

Las puertas de metal están fabricadas con materiales de alta calidad, muy difíciles de deformar. Pero si no se siguen las normas de instalación, todas las medidas de seguridad pueden ser inútiles. Los delincuentes pueden simplemente extraer la puerta del marco junto con el marco, sin dañar la puerta en sí. Por eso es fundamental vigilar cómo se realiza la instalación.

Trabajos previos

Primero, deben realizarse varias tareas preparatorias: tomar las medidas del hueco de la puerta, comprar una puerta ya lista o encargar una fabricación personalizada según las medidas tomadas, y finalmente, retirar la vieja puerta de entrada.

Toma de medidas del hueco y elección de la puerta

Este es el paso más sencillo y directo. Para ello necesitarás una cinta métrica y un cuaderno donde anotar las medidas. Primero, mide la altura desde el suelo terminado hasta el borde superior del hueco, luego la anchura desde una pared hasta la otra dentro del hueco. A continuación, mide la profundidad del hueco, que equivale al espesor de la pared. Con base en estos datos, podrás elegir una puerta adecuada.

Al elegir nuevas puertas de entrada, presta atención a varios puntos importantes. Recuerda que el espacio entre el hueco y el marco debe ser de 25 a 35 mm, por lo tanto, debes reducir ligeramente las medidas obtenidas. Si las puertas antiguas aún están instaladas, deberás retirar los zócalos y examinar cuidadosamente el hueco. Es posible que la geometría del hueco esté alterada. En ese caso, deberás tomar las medidas nuevamente y elegir los valores más pequeños para altura y anchura. Si has decidido hacer puertas a medida, lo mejor es que un medidor profesional tome las medidas. Esto evitará muchos errores y gastos innecesarios.

Ten especial cuidado al comprar puertas de metal en tienda. Actualmente, hay muchas puertas de metal de fabricación china en el mercado, que se pueden forzar fácilmente.

Demolición de la puerta antigua

Antes de instalar, debes liberar el hueco de la puerta antigua. Primero, separa la puerta del marco. Para puertas con bisagras desmontables, ábrelas a un ángulo superior a 90 grados y con una palanca levántala hacia arriba hasta que se desprenda de las bisagras. Si la puerta estaba unida con bisagras no desmontables, puedes aflojarlas fácilmente con un destornillador.

Después comienza la demolición del marco. Debes extraer todos los anclajes y clavos, luego cortar los montantes laterales por la mitad del travesaño. Los montantes cortados se pueden retirar fácilmente con una palanca. Tras esto, retirar el marco será muy sencillo.

Si el marco es de metal, será más complicado. Probablemente tendrás que cortar algunas partes con una amoladora. Después de la demolición, golpea con un martillo todo el yeso suelto, trozos de mortero, clavos sobresalientes y fragmentos de aislamiento acústico o térmico viejo.

Instalación de la puerta de entrada

En general, el método de instalación de todas las puertas de metal depende de sus dimensiones, forma y material del hueco. El método más común es la fijación mediante lo que se conoce como "orejas". Las "orejas" son placas metálicas soldadas a las superficies exteriores de las partes verticales del marco de la puerta de metal. Deben haber al menos tres placas de 3–5 mm de espesor y 40–60 mm de ancho en cada lado. En ellas se perforan agujeros de diámetro adecuado.

Se perforan agujeros a través de las placas a una profundidad de al menos 150 mm. A través de ellos se introducen tornillos de anclaje o barras de acero de diámetro no inferior a 10 mm. Los tornillos de anclaje se ajustan, y las barras de acero se soldan a las placas.

Si no es posible instalar las puertas de metal a través de las placas, se utilizan otros métodos de fijación.

Las puertas de entrada también se pueden instalar con barras de acero clavadas en el agujero. Estas se soldan directamente al marco de la puerta de metal. La principal desventaja de este método es que el revestimiento de pintura o polímero del marco se daña en las zonas de soldadura. La pintura puede restaurarse, pero el revestimiento polimérico no.

Otro método de fijación consiste en el marco mismo. Para este método, se deben perforar agujeros de diámetro adecuado en ambas partes verticales del marco de la puerta de entrada. Se insertan tornillos de anclaje, se clavan en la pared y se ajustan. Es importante que la cabeza del tornillo quede hundida en el marco.

La desventaja de este método es que los agujeros perforados están muy cerca de la superficie exterior de la pared. Especialmente peligroso si la fijación se realiza en una pared antigua de ladrillo, ya que la resistencia de esta fijación será baja.

Es muy importante que las barras estén más alejadas de la superficie exterior durante la instalación. Esto ayudará a proteger la puerta del robo. Lo más seguro es instalar la puerta más hacia el interior del hueco. Pero en este caso, la puerta solo puede abrirse hasta 90 grados.

Desafortunadamente, con frecuencia las dimensiones del marco y del hueco no coinciden. Pero esto se puede corregir. Si el marco es más pequeño que el hueco, debes ajustar el hueco alrededor con un canal o cuadrado, y después de la instalación, aplicar una mezcla de cemento a los dinteles.

Es mucho más complicado cuando el marco es más grande que el hueco, ya que con la puerta no se puede hacer mucho. Pero existe una solución si el hueco es de ladrillo, no de hormigón. En este caso, puedes romper cuidadosamente una esquina de ladrillo y colocar un bloque dentro del hueco. Y solo es posible si el marco no es más grande que el hueco en más de 10 cm.

En cualquier caso, para instalar correctamente una puerta de entrada, es mejor consultar a un profesional. También, al comprar puertas de metal, presta atención al número de bisagras y cerrojos, a la presencia de umbral, al espesor de la hoja y del metal.