Casa MCR2 de los arquitectos Filipa Pina y María Inês Costa en Belmonte, Portugal

Proyecto: MCR2 House
Arquitectos: Filipa Pina + María Inês Costa
Ubicación: Belmonte, Portugal
Área: 1 506 pies cuadrados
Fotografías: Joaquim Morgado

Casa MCR2 de los arquitectos Filipa Pina y María Inês Costa

La Casa MCR2 es una elegante vivienda moderna ubicada en la orilla de la histórica Nacional 18 con vista a la Sierra da Estrela en Belmonte, Portugal. Este proyecto de Filipa Pina y María Inês Costa consiste en la reconstrucción y ampliación de una antigua casa con un estilo contemporáneo.

Situada a orillas de la histórica Nacional 18 con vista a la Sierra da Estrela, la antigua casa comenzó su camino con piedras que se elevaban junto al arroyo que corría a través de ella.

Construida a principios del siglo XX, su forma permite suponer que se trataba de una casa de dos plantas de carácter modesto que al mismo tiempo funcionó como actividad agrícola y residencial de la familia.

Las tierras agrícolas se extendían al norte a lo largo de la carretera nacional, la casa fue construida al sur donde las rocas no permitían ningún uso agrícola. En la mitad de los años 1950 se añadió una extensión al norte de la casa existente.

Después de muchos años de abandono y como resultado del legado familiar, el proyecto comenzó con la necesidad de reconstruir el edificio adaptándolo al confort moderno. La tarea consistió en controlar los costos con un programa simple y flexible. La casa puede ser una casa de vacaciones, vivienda permanente o en el futuro un albergue.

El proyecto consta de 3 dormitorios, salón, cocina y despensa, lo que no permitió conservar las funciones originales del edificio.

Por otro lado, las normas locales limitaban el uso del terreno.

El edificio existente fue preservado, y la idea de la extensión se convirtió en punto de partida para la concepción del proyecto. Así, la extensión cumple su función: se construyó un espacio adyacente donde no había lugar.

Las habitaciones se distribuyen en dos plantas del edificio de granito, una de ellas es la despensa que puede ser transformada en espacio dormitorio en el futuro. Las zonas comunes, cocina y salón están ubicadas en la extensión. En cuanto a la forma, el granito y el techo fueron alargados. Los materiales del nuevo y viejo diferían, pero estaban bajo el mismo techo: piedra y perfiles metálicos, uno al lado del otro y en continuidad.

Interiormente se buscó neutralidad, provocada por la simplicidad de los materiales y la ilusión de ausencia de detalles. La idea del interior se transmite mediante ventanas estratégicamente colocadas hacia el paisaje y el uso puntual de madera.

–Filipa Pina