Casa El Limonar de Termopolio Arquitectura en Portoviejo, Ecuador

Proyecto: Casa El Limonar Arquitectos: Termopolio Arquitectura Ubicación: Portoviejo, Ecuador Área: 2 314 pies cuadrados Año: 2023 Fotografías: Andrés Villota Pelusa

Casa El Limonar de Termopolio Arquitectura

En un paisaje en constante transformación, definido por el crecimiento de los costos urbanos y las consecuencias de la pandemia COVID-19, la Casa El Limonar se convierte en un testimonio de una nueva visión sobre la vida. Ubicada en el cantón de Portoviejo, Ecuador, esta casa representa un diálogo entre la arquitectura y el entorno, un refugio arraigado en la naturaleza que garantiza privacidad.

Los cubos fragmentados colocan de manera armónica las distintas funciones, reflejando la interacción entre espacios funcionales, sociales y de descanso, entrelazados mediante pasillos suaves. Con un cuidadoso equilibrio entre visibilidad y ocultamiento, el proyecto organiza con maestría las transiciones y la percepción. Las inclinaciones intencionales de la estructura reflejan el ritmo natural, expresando una visión ecológica y ética del cliente.

El acero moderno se combina con concreto prefabricado y ladrillo manual, conectando el entorno tradicional con texturas contemporáneas. Sin embargo, al entrar al interior, ocurre una transformación fascinante: los materiales dialogan con el entorno y generan una armonía especial. La Casa El Limonar se convierte en más que un simple hogar: es un diálogo entre espacio, forma, historia y filosofía, reinterpretando el hogar desde una perspectiva inesperada.

El crecimiento acelerado del costo de la tierra urbana y la reciente pandemia COVID-19 han cambiado el estilo de vida, obligando a reconsiderar la idea del hogar y priorizar las condiciones de vivienda anteriormente ignoradas. Como resultado, surge la necesidad de encontrar un lugar que ofrezca las ventajas de la vida urbana junto con la libertad para vivir sin restricciones excesivas.

La Casa El Limonar está ubicada en la zona suburbana del cantón de Portoviejo, Ecuador, lo que determina la interpretación del proyecto y hace del entorno inmediato el protagonista principal. Integrada en uno de los grandes lotes de la zona y rodeada por plantaciones históricas de limoneros, que representan un valioso patrimonio natural para el cliente. La solución busca respetar la naturaleza y aprovechar las vistas panorámicas.

El limonada en El Limonar. Recibimos una solicitud de una pareja joven que ama la naturaleza y las reuniones familiares, valora la privacidad y el austeridad. Por ello, se formula una solicitud considerando dos aspectos: la privacidad como prioridad en el hogar y la conexión entre persona y medio ambiente para la interacción social.

Desfragmentación como Parti. La fragmentación del cubo como estrategia de diseño permite al proyecto adaptarse a las condiciones topográficas y necesidades del cliente, creando tres bloques que definen espacios zonificados: funcionales, sociales y de descanso (áreas servidas), conectados por pasillos (espacios de servicio) que también proporcionan espacios funcionales como baños y almacenes.

Espacio, estructura y envoltura. La casa consta de tres partes ubicadas en un mismo nivel: el bloque principal extendido en eje norte-sur, expresando apertura y transparencia hacia el espacio social, y dos bloques laterales que generan sensación de privacidad, permitiendo que el vacío actúe como intermediario entre lo construido y el contexto. La conexión de las partes se realiza a través del eje longitudinal, que va de este a oeste.

La armonía del espacio se logra mediante la correcta exhibición y ocultamiento de áreas, destacando el bloque social con entrada, mientras que los bloques funcionales y de descanso permanecen ocultos. De esta manera, se alcanza un equilibrio en la composición y las transiciones se vuelven dinámicas y progresivas.

El equilibrio de la estructura del proyecto se fortalece con la ubicación de los techos, que tienen inclinaciones intencionales para regar cultivos, manteniendo la idea de vegetación como agente principal en el diseño. Como ecologista, el cliente quiere preservar el ciclo de cultivo y hacerlo contraste con la obra. Formalmente, en la fachada norte el techo inclinado amplía los puntos de vista, y en su interior se integra como elemento que juega con las percepciones visuales a lo largo de los pasillos.

La casa está diseñada con una combinación de materiales modernos, como acero estructural, y más tradicionales, incluyendo concreto y ladrillo manual. Así, el proyecto busca conectar la arquitectura tradicional que la rodea con la armonía de texturas en el exterior. Pero al entrar dentro, la percepción cambia: el contraste transforma la experiencia; la materialidad se revela y, en lugar de competir, dialoga con el entorno. Como resultado se logra un equilibrio entre espacio, forma, historia del propietario y su filosofía.

El café en El Limonar. La obra encuentra su camino para reinterpretar el hogar desde una nueva experiencia, donde el vacío se convierte en un recurso para lograr conexión y diferenciación de zonas. Los recorridos se vuelven atractivos, invitando la mirada al mundo exterior y generando sensación de control sobre otras zonas. La materialidad se fusiona con la vegetación y se convierte en un lenguaje único. Como resultado, los espacios semitransparentes con límites virtuales oscilan y filtran distintos elementos, donde la sombra, la vegetación y el modo de vivir en el espacio desempeñan su papel.

-Termopolio Arquitectura