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Sistema fotovoltaico integrado: mejora funcional y estética

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Edificio moderno con fachada BIPV © Sunovation

La autosuficiencia energética se ha convertido en uno de los objetivos y temas clave de la arquitectura moderna. El sistema fotovoltaico integrado (BIPV) desempeña un papel importante en este desarrollo, planteando retos pero también estimulando la creatividad e innovación de los arquitectos.

Sistema fotovoltaico integrado: mejora funcional y estética

NUEVOS REQUISITOS, NUEVA ARQUITECTURA

La arquitectura es un campo en constante evolución, siempre impulsado por las necesidades humanas, como la necesidad de refugio, seguridad y tranquilidad. Aunque estas necesidades básicas siguen siendo relevantes hoy en día, el conjunto de requisitos se ha expandido de diversas maneras. Por ejemplo, el cambio climático como uno de los principales problemas actuales hace que los aspectos del desarrollo sostenible y la autosuficiencia energética sean cada vez más importantes, incluso moldeando la arquitectura contemporánea.

Por ejemplo, las placas solares ya no se instalan simplemente en techos o fachadas de edificios existentes, sino que a menudo se convierten en elementos centrales de nuevos proyectos. Considerarlas desde el inicio (antes de comenzar la construcción) permite utilizar las placas solares como partes integradas del edificio, de manera funcional y estética.

PLACAS BIPV: ELEMENTOS MULTIFUNCIONALES DEL EDIFICIO

Sistema fotovoltaico integrado: mejora funcional y estética

Techo BIPV sombreado en una estación de tren © Sunovation

En primer lugar, la función principal del BIPV es recolectar energía solar, que constituye una fuente renovable y limpia de electricidad. Dado que las placas están integradas en el edificio, la energía eléctrica se genera in situ sin necesidad de espacio adicional; esto hace que el BIPV sea, en cierto modo, un material de construcción con retorno de inversión.

Además, a diferencia de sus contrapartes no integradas, las placas BIPV también sustituyen materiales y estructuras comunes de los recubrimientos del edificio, como techos y fachadas, tanto físicamente como funcionalmente. En consecuencia, las placas BIPV siempre son multifuncionales; algunos ejemplos:

  • Protección contra condiciones climáticas: Utilizando las placas BIPV como techos o fachadas, los módulos forman una sólida barrera protectora contra la lluvia, luz solar, nieve y viento.
  • Sombra: Dependiendo del color de los módulos BIPV, su grado de transparencia y la distancia entre las celdas, se puede ajustar la transparencia. Módulos completamente o parcialmente opacos pueden utilizarse como sistemas de sombra, por ejemplo, como parte de techos en plataformas ferroviarias, parques de estacionamiento o estaciones de servicio.
  • Luz natural: La integración del vidrio transparente permite que la luz solar entre. De esta manera, los edificios cubiertos pueden iluminarse con luz natural, reduciendo el consumo energético para iluminación.
  • Aislamiento térmico: Los módulos BIPV consisten al menos en dos paneles de vidrio (con una capa de celdas fotovoltaicas entre ellos). Para mejorar la eficiencia energética y el aislamiento térmico del edificio, se pueden usar paneles de vidrio cerrados en la parte trasera de las celdas.
  • Aislamiento acústico: Al igual que los fachadas de vidrio comunes, los módulos BIPV representan una barrera física resistente que refleja eficazmente las ondas sonoras y el ruido.

Placas BIPV como elementos de diseño

Sistema fotovoltaico integrado: mejora funcional y estética

Edificio con módulo de vidrio © Michel Denans

Desde su desarrollo en las décadas de 1950, se ha logrado mucho progreso. La eficiencia ha aumentado significativamente, y también se ha mejorado el aspecto exterior. Las placas BIPV modernas a menudo se fabrican bajo pedido y están disponibles en diversos estilos, formas y colores. Por lo tanto, son fáciles de integrar en estructuras arquitectónicas.

  • Formas: La mayoría de las placas fotovoltaicas tienen forma rectangular. Sin embargo, no es obligatorio. Los paneles de vidrio pueden ser triangulares, pentagonales, hexagonales, elípticos, circulares, trapeciales, romboides o de cualquier otra forma.
  • Planos y curvos: Las placas fotovoltaicas tradicionales son planas. Sin embargo, mediante el uso de tipos especiales de vidrio y procesos de fabricación se pueden obtener placas curvas. Esto permite aplicar BIPV en estructuras redondeadas y onduladas.
  • Colores: Típicamente, las celdas solares fotovoltaicas están pintadas de azul o negro, dependiendo del contenido de cristal. Sin embargo, el color de los módulos puede ajustarse fácilmente, por ejemplo mediante vidrio pintado, películas de color o vidrio grabado. Por lo tanto, los módulos BIPV están disponibles en una amplia gama de colores.
  • Celdas invisibles: Aunque el aspecto de las placas fotovoltaicas se combina bien con el diseño de muchos edificios modernos, no siempre es así. Sin embargo, la buena noticia es que las celdas BIPV no necesariamente deben ser visibles. Para ocultarlas de los espectadores, basta con usar paneles de vidrio semitransparentes con recubrimiento.

Independientemente de la forma y color específicos de los módulos, las placas BIPV mejoran sin duda la apariencia del edificio. Especialmente porque añaden un elemento ecológico e innovador al aspecto general.

Conclusión

Como se ha mostrado anteriormente, los edificios obtienen beneficios de las placas BIPV por diversas razones. Por un lado, gracias a su multifuncionalidad —incluyendo generación de electricidad, sombra, iluminación natural, aislamiento térmico y acústico— que en cierta medida mejora la autosuficiencia energética de los edificios. Por otro lado, debido a su apariencia «verde» y la gran cantidad de posibilidades de diseño que los arquitectos pueden integrar creativamente en recubrimientos y estructuras del edificio.