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Cómo vivía Marilyn Monroe: el horario de la mujer más deseada de América

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Su día estaba programado minuto a minuto, y su apartamento parecía más una biblioteca que un salón de estrella del cine

Detrás del brillante estilo de la diva de Hollywood se escondía una vida sorprendentemente simple e incluso modesta. Marilyn Monroe, en contra de los mitos populares, no se ahogaba en lujo ni pasaba los días en entretenimientos interminables. Su vida diaria estaba llena de trabajo, estudio y una constante búsqueda de perfeccionamiento personal.

Pruebas documentales: entrevistas, recuerdos de amigos, fotografías del archivo personal - dibujan el retrato de una mujer que se levantaba temprano, leía mucho, estudiaba actuación y soñaba con papeles serios. Su día estaba programado minuto a minuto, y su apartamento parecía más una biblioteca que un salón de estrella del cine.

Lo principal de la artículo:

  • Marilyn se levantaba a las 5 o 6 de la mañana y tomaba una bañera con salmuera;
  • La mayor parte del día la pasaba leyendo: en su biblioteca tenía más de 400 libros;
  • Vivía modestamente: alquilaba pequeños apartamentos y preparaba sus comidas;
  • Asistía tres veces por semana al psicoanalista doctor Greenson;
  • Cada noche dedicaba una hora a practicar su arte de actriz frente al espejo.

Levantarse temprano y rituales matutinos

En contra de la imagen de una noche de lechuza, Marilyn era una aurora. En una entrevista de 1956, confesó: “Me levanto a las cinco o seis de la mañana. No puedo quedarme en la cama, pierdo el día”. Este horario sorprendió a sus colegas de Hollywood acostumbrados al estilo de vida bohemio.

Lo primero que hacía la actriz era tomar una bañera con salmuera, que pedía especialmente. Según sus palabras, el agua salada ayudaba a despertar y prepararse para el día laboral. La bañera duraba al menos 20 minutos - tiempo para reflexionar y planificar el día.

Después de la bañera, desayunaba con dos huevos crudos batidos en leche y media hora de lectura. Por la mañana Marilyn leía los periódicos - no la crónica social, sino noticias importantes. Quería mantenerse al día con los eventos políticos y procesos sociales.

Apartamento biblioteca

Marilyn nunca poseyó una mansión ni alquiló apartamentos lujosos. Prefería pequeños apartamentos en zonas tranquilas de Hollywood. El más famoso era un apartamento de dos habitaciones en Doane Drive, donde vivió durante varios años.

La característica principal de cualquier vivienda de Marilyn eran los libros. Según los recuerdos de sus amigos, en su último apartamento en Helena Drive tenía más de 400 volúmenes. Literatura clásica, filosofía, psicología, teatro - la actriz leía con entusiasmo y sistema.

La mobiliario era mínimo: cama, escritorio, algunos sillones y una inmensa cantidad de estanterías. Sin lujo ni excesos. “La casa debe invitar a la reflexión, no distraer”, decía Marilyn.

En las paredes colgaban reproducciones de cuadros - principalmente de Goya y El Greco. La actriz se interesaba por el arte y planeaba estudiar historia del arte en la universidad.

Foto del sitio: pinterest.comFoto del sitio: pinterest.com

Estudio como pasión

Desde 1955, Marilyn tomó clases de actuación con el legendario Lee Strasberg en Actors Studio. Las clases se realizaban tres veces por semana durante dos horas. La actriz las tomaba muy en serio y nunca faltó.

En casa practicaba diariamente frente al espejo, trabajando su mimica y gestos. Según los testimonios de sus vecinos, a menudo se oían fragmentos de obras de Shakespeare y Chekhov saliendo de su apartamento.

Además del arte de la actuación, estudiaba francés con un profesor privado. Soñaba con actuar en películas europeas y comunicarse con intelectuales en su lengua nativa.

Visitas al psicoanalista

Desde 1960, Marilyn asistía regularmente al doctor Ralph Grason - uno de los mejores psicoanalistas de Los Ángeles. Las sesiones se realizaban tres veces por semana durante una hora y eran sagradas en su agenda.

La actriz creía sinceramente en la eficacia del psicoanálisis y recomendaba la terapia a todos sus amigos. “Estudio a mí misma como un papel”, explicaba su fascinación por la psicología.

En su tiempo libre leía obras de Freud, Jung y estudios modernos sobre psicología. Su biblioteca contenía literatura seria sobre este tema.

Día laboral en la estudio

Cuando Marilyn filmaba, el día laboral comenzaba a las 6 de la mañana con el maquillaje. El proceso de transformarse en una estrella del cine duraba 2 a 3 horas: maquillaje, peinado y selección de trajes.

Entre tomas, la actriz no hablaba con colegas sobre chismes, sino que leía. Siempre llevaba consigo un libro - normalmente clásico o prosa contemporánea. Sus colegas recordaban que podían verla leyendo a Joyce o Dostoevsky directamente en el pabellón de filmación.

Se dedicaba a su trabajo con perfeccionismo. Podía volver a filmar una escena decenas de veces, buscando el resultado ideal. Esto irritaba a los directores, pero garantizaba una calidad alta en su actuación.

Ejercicios físicos

Tres veces por semana, Marilyn iba al gimnasio, trabajaba con pesas y hacía ejercicios de estiramiento. Las sesiones duraban una hora y media bajo la guía de un entrenador personal.

Le daba especial atención a su postura y andar. La famosa “caminata de Monroe” era el resultado de ejercicios especiales y constante trabajo sobre sí misma.

Los fines de semana hacía largas caminatas por la playa. Caminaba sola, con gafas oscuras y un pañuelo, disfrutando de la soledad y la oportunidad de pensar.

Foto del sitio: pinterest.comFoto del sitio: pinterest.com

Costumbres de la noche

Marilyn cenaba en casa a las 7 o 8 de la noche. Preparaba sus comidas ella misma - platos simples hechos con productos de calidad. Después de la cena, dedicaba una hora a trabajar en sus papeles o leer literatura profesional.

Antes de dormir tomaba otra bañera - ahora con aceites aromáticos para relajarse. Se acostaba a dormir no más tarde de las 10 de la noche para descansar bien antes del despertar temprano.

Veía la televisión poco, prefería leer o escuchar música clásica. Le encantaban Chopin y Debussy.

Vida social

En contra de los mitos sobre una vida social bulliciosa, Marilyn era bastante introvertida. Tenía pocos amigos cercanos y rara vez se reunía con ellos.

Prefería pequeñas cenas en casa con conversaciones intelectuales con escritores, directores y psicólogos. Solo asistía a grandes fiestas de Hollywood cuando era necesario.

Según los biógrafos, la actriz se sentía incómoda en compañías ruidosas. Prefería conversaciones profundas en uno a uno, en lugar de conversaciones superficiales.

Relación con el dinero

A pesar de sus altos honorarios, Marilyn vivía modestamente. La mayor parte de su ingreso la entregaba a su agente y gestor, dejándose solo lo necesario.

No se ahorraba dinero para libros - podía gastar la semana de presupuesto en una edición rara. También se gastaba en educación: clases privadas, cursos y seminarios.

Compraba ropa cara solo para filmaciones y eventos públicos. En la vida diaria usaba vestidos simples y jeans, lo que sorprendía a sus fans.

Relación con la prensa

Marilyn se relacionaba con los periodistas con cautela. Solo daba entrevistas a medios serios y solo sobre temas importantes. Ignoraba chismes y crónicas sociales.

No toleraba a los fotógrafos en su territorio privado. Su apartamento era un espacio sagrado, al que no se permitían extraños. Incluso amigos cercanos eran advertidos con anticipación sobre una visita.

Días de fin de semana

Para Marilyn, el sábado era un día de tareas domésticas: limpieza, lavado de ropa y compra de alimentos. Hacía todo ella sola, sin ayudantes. Encontraba en las tareas domésticas una paz especial.

El domingo dedicaba a la cultura: museos, teatros, conciertos. A menudo iba sola, disfrutando de la oportunidad de estar solo con el arte.

A veces se iba a la naturaleza - a las montañas o al océano. Estas excursiones le daban energía e inspiración para trabajar.

Planeaciones y sueños

Marilyn soñaba con obtener una educación seriosa en actuación y actuar en teatro. Planeaba ingresar a la universidad en el departamento de literatura.

Quería crear su propia compañía productora y filmar películas sobre problemas sociales importantes. Creía que el cine debe no solo entretener, sino también educar.

En sus registros personales se encontraron planes de estudiar psicología y trabajar como psicoterapeuta después de completar su carrera como actriz.

Combate con la insomnio

La principal dificultad de Marilyn era el insomnio. A pesar del temprano acostarse, a menudo no podía dormirse durante horas. Leía hasta altas horas de la noche o escuchaba música.

Tomaba medicamentos para dormir solo en casos extremos, prefería métodos naturales: bañeras calientes, té de hierbas, meditación.

El insomnio se intensificaba en períodos de estrés y búsqueda creativa. La actriz mantenía un diario, escribiendo sus pensamientos y emociones, lo que ayudaba a calmarla.

La simplicidad tras el esplendor

La vida de Marilyn Monroe fue un paradoja: tras la brillante imagen de una estrella del cine, se escondía una persona profundamente intelectual que buscaba conocimiento y perfeccionamiento personal.

El horario de su día recordaba más la vida de una estudiante o actriz principiante que la de una celebridad de Hollywood. Simplicidad, disciplina y constante trabajo sobre sí misma - todo esto definía su rutina diaria.

Quizás precisamente esta profundidad interna y seriedad hicieron que Marilyn fuera tan atractiva y misteriosa para contemporáneos y posteridad.

Portada del sitio: rbc.ru