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«Подкова удачи»: secretos del hogar de Narcomfin
Contamos sobre un verdadero obra maestra arquitectónico
En la avenida Novinsky en Moscú se encuentra un edificio inusual: blanco como la nieve, elevado sobre el suelo sobre columnas, con largas franjas de ventanas y un techo plano. Su silueta recuerda una herradura o un barco que flota sobre la vegetación del parque. Este es el famoso hogar de Narcomfin: uno de los monumentos más brillantes del constructivismo soviético, un edificio que tuvo una influencia colosal en la arquitectura mundial del siglo XX y que inspiró directamente al propio Le Corbusier. Tras una amplia restauración, completada en 2020, este legendario hogar experimenta un segundo nacimiento al revelar sus secretos a nuevas generaciones.
El sueño de una nueva vida
La historia del hogar de Narcomfin comenzó a finales de los años 1920, cuando el comisario de finanzas de la URSS, Nikolai Milutin, apasionado por las ideas del desarrollo de una nueva vida para los ciudadanos soviéticos, se dirigió al arquitecto Moisés Ginzburg con una propuesta para diseñar viviendas experimentales para los empleados de su departamento.
Moisés Yakovlevich Ginzburg (1892-1946) no solo fue un arquitecto talentoso, sino también teórico y ideólogo del constructivismo, líder de la asociación artística OSA (Unión de Arquitectos Modernos). En 1928, bajo la supervisión del Comité de Construcción de la RSSF, organizó una sección de tipificación dedicada al desarrollo de nuevos tipos de vivienda. Fue aquí donde nació la idea del “hogar de tipo transitorio”: un puente entre el estilo de vivienda burguesa del pasado y la residencia comunal del futuro.
Según estas ideas, Ginzburg, junto al arquitecto Ignatii Milinis y el ingeniero Sergei Prokhorov, creó un proyecto para un hogar que el propio autor llamaba “hogar experimental de tipo transitorio”. La construcción se llevó a cabo entre 1928 y 1930, y su nombre original se ha conservado en la historia arquitectónica.
Foto: pinterest.comEstructura revolucionaria: el hogar como ciudad
El hogar de Narcomfin se diseñó como una mini-ciudad que debía proveer a sus habitantes de todo lo necesario para llevar una vida plena. Originalmente, el complejo estaba formado por tres edificios conectados mediante pasillos:
Edificio residencial — un edificio de seis pisos sobre columnas con apartamentos tipo celda de distintos tipos.
Edificio comunitario — un edificio de dos pisos con una sala común, biblioteca, gimnasio y solarium en el techo.
Edificio de lavandería — un pequeño bloque con espacios para tareas domésticas (perdido durante la construcción).
- Además, en el proyecto original se previó un edificio para niños que nunca llegó a construirse. Todos los edificios estaban conectados mediante pasos cubiertos, formando un organismo único en el que las funciones domésticas se distribuían por diferentes zonas.
Esta estructura reflejaba la idea de una nueva vida socialista: las actividades diarias (preparación de comidas, lavado, cuidado de los niños) debían convertirse en funciones comunitarias, liberando a las personas para el trabajo creativo y el desarrollo personal.
Apartamentos celda: experimento en acción
La verdadera revolución fue la organización interna del espacio residencial. Ginzburg desarrolló seis tipos de apartamentos celda (de A a F), diferenciados por su distribución y tamaño. En el hogar de Narcomfin se implementaron principalmente los tipos F y K.
Los más conocidos fueron los apartamentos tipo F de dos niveles, donde se materializó la idea de ahorrar espacio mediante la división espacial vertical. Al entrar en uno de estos apartamentos, una persona entraba a un pequeño vestíbulo con baño, desde donde una escalera conducía al espacio principal: una sala de estar con techos altos (hasta 3,6 metros) y grandes ventanas. El área de dormitorio y baño se ubicaron en un ático con techos bajos (2,3 metros).
Esto permitía crear una sensación de espacio y aire en un área total de 30-35 metros cuadrados. La “compactación” de los espacios auxiliares se compensaba con la altura y una excelente iluminación del espacio principal.
Interesantemente, el mobiliario para estos apartamentos también fue diseñado específicamente: transformable, compacto y multifuncional. Por ejemplo, una mesa podía plegarse para convertirse en estantería y un armario en una división.
Foto: pinterest.comCinco principios de Le Corbusier en el hogar de Narcomfin
El hogar de Narcomfin a menudo se considera un precursor de la arquitectura de Le Corbusier, aunque históricamente fue algo más complejo. Moisés Ginzburg estaba muy familiarizado con las ideas del arquitecto francés, quien en 1928 publicó sus famosas “Cinco principios de la arquitectura moderna”:
Columnas soporte — el edificio se eleva sobre el suelo mediante columnas, liberando el espacio debajo.
Techo plano - terraza — el techo se utiliza como espacio funcional adicional.
Plano libre — las paredes portantes son reemplazadas por columnas, permitiendo organizar libremente el espacio interior.
Ventanas de banda — ventanas horizontales a lo largo del frente del edificio garantizan una iluminación natural máxima.
Fachada libre — la fachada se libera de su función portante y se vuelve ligera, “colgada”.
- Todos estos principios se aplicaron en el hogar de Narcomfin. El edificio está apoyado sobre columnas, tiene un techo plano con solarium, sus fachadas están cortadas por franjas horizontales de ventanas y su distribución interna es libre sin necesidad de adherirse a paredes portantes.
Existe la opinión de que Le Corbusier, quien visitó la URSS y conocía bien las obras de Ginzburg, se inspiró mucho en su experiencia para sus proyectos posteriores. Esto es especialmente evidente en el famoso “Bloque de Marsella” (1947-1952), donde el maestro francés utilizó principios similares de organización espacial y apartamentos de doble altura.
Del olvido al renacimiento
El destino del hogar de Narcomfin fue tan dramático como su arquitectura. Ya en los años 1930, las ideas de vida comunitaria fueron rechazadas por el poder soviético, los espacios comunitarios fueron rediseñados y los apartamentos celda se convirtieron en viviendas comunes. Para 1980, el edificio había llegado a un estado de emergencia y fue intentado demolirlo o reestructurarlo.
En 2006, el Fondo Mundial del Patrimonio incluyó al hogar de Narcomfin en la lista de los 100 edificios más importantes del mundo que corren riesgo de ser destruidos. El rescate del edificio fue asumido por el hijo y nieto del arquitecto: Vladimir y Alexei Ginzburg. Soñaban con restaurar el edificio según los planos originales que se encontraron en el archivo familiar.
En 2017 comenzaron las amplias obras de restauración bajo la dirección de Alexei Ginzburg. El proyecto recibió gran resonancia: fue el primer experimento de restauración científica de un monumento del constructivismo soviético de ese nivel. Las obras se completaron en 2020, y el hogar volvió a abrir sus puertas para residentes y visitantes.
Foto: pinterest.comHechos interesantes y secretos del hogar de Narcomfin
Durante casi un siglo, el hogar de Narcomfin ha adquirido una gran cantidad de hechos e historias fascinantes:
El primer penthouse soviético. En el techo del edificio residencial se construyó un apartamento especial para el propio comisario de finanzas Nikolai Milutin — en esencia, el primer penthouse soviético. Hoy en día este espacio se utiliza como área de exhibición.
Interiores coloridos. A pesar de la creencia común sobre la monocromía del constructivismo, los interiores del hogar estaban pintados con colores vibrantes. En diferentes espacios se usaron distintas paletas de colores: en algunos, una gamma cálida (óxido y limón), mientras que en otros una fría (azul y verde). Estos colores fueron restaurados durante la restauración.
Materiales experimentales. Durante la construcción se utilizaron materiales innovadores para su época: fibrolita (materiales de madera pulida con un aglomerante) para las paredes y xilolita (mezcla de astillas con cemento) para los suelos.
“Obra maestra viviente”. Tras la restauración, el hogar de Narcomfin se convirtió en un objeto funcional y vivo, no solo una muestra. En él vuelven a existir apartamentos residenciales, espacios comunitarios, cafeterías y tiendas de libros. Se realizan visitas guiadas que permiten ver los famosos apartamentos celda desde el interior.
Reconocimiento internacional. En 2021, la restauración del hogar de Narcomfin fue premiada con un especial reconocimiento en una prestigiosa competencia internacional de restauración arquitectónica, y el objeto fue incluido en la lista del patrimonio cultural de la UNESCO.
Foto: pinterest.comEl legado del hogar de Narcomfin en la arquitectura moderna
La influencia del hogar de Narcomfin en la arquitectura mundial es difícil de sobrestimar. Muchos conceptos aplicados por primera vez por Ginzburg se volvieron clásicos del modernismo y se reflejaron en las obras de arquitectos de todo el mundo:
Apartamentos de doble altura con espacios de doble altura;
Celdas residenciales compactas con espacios transformables;
Zonificación funcional de complejos residenciales;
Uso de techos planos como espacios comunitarios;
Elevación de edificios sobre columnas para liberar espacio debajo.
Hoy en día, el hogar de Narcomfin no solo es un monumento arquitectónico, sino también una laboratorio vivo que demuestra la actualidad de ideas de hace casi un siglo para el alojamiento urbano moderno. Apartamentos compactos, espacios multifuncionales, integración entre vivienda y funciones públicas: todas estas soluciones son nuevamente demandadas en el siglo XXI.
Cómo visitar el hogar de Narcomfin
Visitas guiadas. El museo de arte moderno “Garazh” organiza regularmente visitas al hogar de Narcomfin, incluyendo el acceso a los edificios residenciales y espacios comunitarios.
Cafetería en el edificio comunitario. En el edificio restaurado del comunitario funciona una cafetería abierta a todos los que deseen visitarla. Desde allí se obtiene una excelente vista del edificio residencial.
Tienda de libros. En el primer piso del edificio residencial se encuentra una tienda especializada en literatura sobre arquitectura y diseño.
Exposiciones y eventos. El hogar organiza regularmente exposiciones, conferencias y otros eventos culturales relacionados con la arquitectura del vanguardismo.
Dirección: Moscú, avenida Novinsky, 25, bloque 1.
El hogar de Narcomfin no es solo un edificio, sino una gran parte en la historia de la arquitectura del siglo XX. Sobreviviendo a tiempos difíciles y experimentando una restauración de gran escala, hoy sigue siendo relevante e inspira nuevas generaciones de arquitectos y diseñadores. La “herradura de la suerte”, como a menudo se le llama por su forma característica, sigue llevando sus ideas al futuro, demostrando que las verdaderas obras maestras arquitectónicas siempre permanecen contemporáneas.
Portada: pinterest.com
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