Antes y después: cómo se transformó elegantemente una entrada sin estilo en un apartamento estalinista de 56 m²

Esta vivienda de dos habitaciones se encuentra en un edificio del año 1957. El diseñador Marina Troshina rediseñó completamente la distribución y creó un espacio moderno y elegante para una vida cómoda de una mujer adulta. Veamos cómo quedó la entrada.

Antes de la remodelación, el área de entrada era un espacio pequeño e incómodo con una decoración obsoleta, pequeños armarios y poca iluminación.

El nuevo diseño difiere radicalmente del anterior. La entrada se separa de la sala mediante una pared de vidrio ondulado que permite pasar la luz, delimita el espacio y tiene una función decorativa. En el suelo se colocó una losa de cemento hecha a mano con un patrón tradicional, una referencia a los estilos del pasado.

La gran novedad de la entrada son las paneles de madera de MDF en capa de roble. Es una solución tanto estética como funcional. Gracias a ellos, la entrada parece elegante y solemne. En un lado de los paneles se colocaron percheros, en el otro un espejo que oculta la caja eléctrica.

Como resultado de la reconfiguración, se encontró espacio para un armario práctico en el pasillo. En uno de sus compartimentos se guardan la tabla de planchar, la secadora y la plancha, mientras que en otro se almacenan toallas y ropa de cama.

Ahora la entrada no solo es elegante, sino también altamente funcional: hay espacio para almacenar cosas, una iluminación bien pensada y detalles llamativos. Una buena distribución espacial, materiales naturales y elementos vintage hicieron que el espacio fuera acogedor y práctico.