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5 sofás que se convirtieron en leyendas

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A pesar de que todos desde niños sabemos lo que es un sofá y cuál es su propósito principal, sigue siendo uno de los muebles más interesantes y versátiles. ¿Lo dudáis? Solo echad un vistazo a estos sofás.

1. El sofá de labios de Salvador Dalí

Probablemente a este sofá surrealista se le debería otorgar un premio por su forma más memorable. Salvador Dalí lo creó en 1937 con la colaboración del mecenas británico Edward James. Sus formas recuerdan los labios de la actriz Mae West, una de las actrices más escandalosas de su tiempo y objeto de fantasías eróticas de varias generaciones. Muchos años después, en 1974, Salvador Dalí revivió su idea de sofá en forma de labios, colaborando con el diseñador español Oscar Tusquets Blanca. Juntos crearon un sofá de cuero que decoró la habitación de Mae West en el museo del artista en Figueras. Hoy, el sofá de labios llamado \"Bocca\", cuyos diseñadores se inspiraron en otra actriz icónica, Marilyn Monroe, es producido por las marcas Gufram (forrado en tela) y Heller (totalmente plástico). El original cuesta aproximadamente 4.300 euros (206.400 rublos rusos), mientras que una réplica cuesta alrededor de 12.000 hryvnias.

2. Sofá Togo de Ligne Roset

El año pasado, el sofá Togo de la marca francesa Ligne Roset celebró su 40º aniversario. En 1973, el modelo diseñado por el famoso diseñador Michel Ducarre se convirtió en un verdadero avance en la industria del mueble y ganó el prestigioso premio Réné Gabriel en la feria parisina Salon des Arts Ménagers. Este premio se otorgaba a los muebles más democráticos e innovadores. La mayor parte del cómodo sofá Togo está hecha de espuma de poliuretano de alta calidad. El forro plisado recuerda a un Shar-Pei, y Michel Ducarre compara su creación con un tubo de pasta de dientes sellado por ambos extremos, doblado como una tubería. En 2007, la empresa lanzó una versión infantil del Togo. El precio del sofá original Togo Ligne Roset en Ucrania es de unos 45.000 hryvnias.

3. Sofá Marshmallow

El sofá Marshmallow, diseñado por el diseñador George Nelson y su asistente Irving Harper, se presentó al público en 1956, y desde entonces es uno de los muebles más reconocibles. Está compuesto por dieciocho cojines redondos, que recuerdan el famoso dulce marshmallow, muy popular entre los estadounidenses. Los cojines están fijados a una estructura de fibra de vidrio y el sofá se sostiene sobre patas de acero. Los cojines vienen en muchos colores, desde tonos neutros (como el gris) hasta tonos vivos y juguetones, y los sofás se pueden combinar para formar bancos largos. En Europa, el sofá famoso lo produce la empresa Vitra, en EE.UU. lo hace Herman Miller. El precio del sofá es de 5.169 dólares, es decir, unos 57.000 hryvnias. Una réplica se puede comprar a un precio de 2 a 3 veces más bajo que el original.

4. Sofá Polder

El sofá Polder es una pieza moderna que ya se ha convertido en clásico en menos de diez años: la diseñadora holandesa Hella Jongerius presentó su obra en 2005. El nombre del sofá proviene del holandés y significa \"una zona de tierra drenada por diques y canales de drenaje\" — muy parecido a un sofá bajo y plano, asimétrico. En la base de este mueble hay un chasis de madera cubierto con tela. Tiene espacio para cuatro cojines de formas diferentes. Alrededor de ellos hay un brazo desmontable, que puede usarse como apoyaplatos, por ejemplo, para revistas o vajilla. El sofá Polder está cubierto con materiales de cinco tipos diferentes, lo que refuerza aún más su asimetría. Otra característica destacada son los grandes botones de los cojines, fabricados con materiales naturales como el bambú y el nácar. Estos botones están cosidos con hilos de colores distintos al fondo del cojín. El sofá Polder es un ejemplo claro de cómo se puede combinar de forma orgánica múltiples elementos diferentes. Se produce en varias configuraciones por la empresa Vitra, y cuesta casi 10.000 dólares.

5. Sofá Freeform

Como se sabe, el legendario diseñador Isamu Noguchi, siendo alguien que crea muebles, también fue en cierta medida escultor: de ahí su atención meticulosa a las formas. Creó su famoso sofá Freeform en 1946. Sus formas recuerdan guijarros de río, y Noguchi mismo llamaba a esta forma \"una piedra suave\". El sofá Freeform, junto con su otomana, fue lanzado por la marca Vitra poco antes de 1950 en pequeñas ediciones. En 2002, la producción de Freeform se reanudó. Hoy, el sofá está disponible en varias tonalidades tranquilas. El sofá original cuesta ligeramente más de 7.000 euros.