Casa mágica de Santa Claus en el Polo Norte

Todos han oído hablar de la famosa aldea de Santa Claus en Laplandia. Para visitar su residencia y ver con sus propios ojos a los elfos reales, cada año se reúnen personas de todos los rincones del mundo. Pero este no es el único lugar donde trabaja y descansa el bisabuelo inalcanzable: también hay otros, clasificados. Uno de estos lugares es la casa de Santa Claus en el Polo Norte, que fue revelada por el servicio estadounidense de alquiler de inmuebles Zillow.

Resulta que para una vida cómoda, Santa no necesita demasiado. La casa construida en 1822, con 230 metros cuadrados, dos pisos y dos baños. En el segundo piso se encuentra tradicionalmente la zona de descanso, donde además de la habitación principal del dueño, hay otras dos habitaciones para invitados – ¿quién sabe si alguien se quedará a dormir?

En el primer piso hay una chimenea, salón y cocina (sí, sí, en ese orden exacto – solo hay que mirar el tamaño impresionante de la chimenea)

La cocina es cómoda y moderna, con una isla y muchos armarios. Encontró espacio para un gran refrigerador, una microondas y un buen robot de cocina – parece que Santa no solo disfruta de galletas, sino que también prepara sus propias comidas.

La idea de transformar el interior llegó a la mente de Santa hace cuatro años. En ese momento se puso en contacto con la diseñadora Mariana Bright. El trabajo era minucioso, ya que además de la casa principal del dueño, había que renovar todo lo que estaba en las veinticinco hectáreas de sus propiedades, incluyendo los diminutos casas de los elfos, el garaje donde están estacionadas las trineas y la establa.

De hecho, no fue necesario cambiar radicalmente la encantadora y acogedora atmósfera de la casa de Santa con paredes y techos de madera. ¿Y por qué debería? Por eso Mariana simplemente mejoró levemente el diseño. Como resultado, en la sala de estar apareció ya mencionada gran chimenea, y el espacio encima del comedor fue limpiado hasta el techo – según Mariana, antes había un techo común y bastante bajo.

Y el decorado es completamente tradicional, invernal: una gama de colores amarillo-verde-rojo, textiles en plaid escocés, motivos nórdicos populares, muchas ramas de pino y representaciones de renos. En general, todo como en las buenas leyendas navideñas.

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