Cómo filtrar el agua de un pozo propio

De hecho, algunos pozos rurales producen agua que está mucho más contaminada que un tanque urbano o un río grande, mientras que otros pozos tienen mejor calidad de agua que las fuentes públicas. Como resultado, muchas personas que viven fuera de la red urbana realizan sus propios análisis del agua del pozo para garantizar un suministro estable y seguro.

Si deseas unirte a ellos, aquí tienes cómo filtrar el agua de tu propio pozo en cinco pasos relativamente simples:

1. Entender las amenazas para tu pozo

Es difícil elegir el mejor filtro para toda el agua de la casa desde un pozo sin conocer exactamente qué puede contaminar tu agua. Dependiendo de la ubicación, tipo y profundidad del pozo, los contaminantes potenciales son diversos, desde algas azules-verdes hasta vetas de plomo profundo en la tierra.

La forma más sencilla de identificar el tipo y cantidad de contaminantes en tu pozo es hacer una prueba casera. Estos kits están disponibles en línea y están diseñados para detectar la presencia de sustancias comunes, como bacterias coliformes, que suelen cambiar de color dependiendo del contaminante.

El análisis del contenido del agua también puede realizarse en laboratorios profesionales. Simplemente envía una muestra de tu agua a una empresa especializada para un análisis completo de su composición.

Otra manera general de entender qué amenazas pueden afectar tu pozo es hacer una inspección detallada del entorno local. ¿Hay muchas tierras agrícolas cerca de tu propiedad? Entonces tu pozo puede verse afectado por derrames de fertilizantes y pesticidas. ¿Vives en una zona con lluvias frecuentes o inundaciones? En ese caso, podría ser razonable filtrar para compuestos orgánicos volátiles (VOC).

2. Encontrar las etapas de filtración adecuadas para tus necesidades

Cuanto más sepas sobre las amenazas del agua del pozo, más fácil será encontrar soluciones adecuadas que te permitan beber agua limpia. La mayoría de los sistemas de filtración del agua del pozo son modulares y constan de varios filtros diferentes destinados a eliminar distintos contaminantes.

Por lo tanto, los propietarios de casas deben elegir las etapas de filtración más adecuadas para su pozo y conectarlas correctamente en un sistema completo de filtración para toda la casa. Las etapas más comunes de filtración del agua del pozo incluyen:

• Filtros de sedimentos / filtros preliminares. Estos filtros contienen rejillas grandes y materiales mallados diseñados para eliminar suciedad, arena, óxido y otras partículas no disueltas en el agua. Son útiles para aguas turbias y pozos excavados en roca porosa.
• Filtros de contaminantes orgánicos. Como el tipo más común de filtro doméstico para agua, estos filtros pueden reducir y eliminar un amplio espectro de sustancias disueltas, desde productos químicos generados por la descomposición de plantas hasta metales pesados como el plomo.
• Filtros de bacterias / virus y desinfectores. Al eliminar patógenos y microorganismos del agua, existen varias opciones. Una es agregar cloro y productos desinfectantes similares directamente al pozo, y luego eliminarlos mediante filtración. Otra opción es usar una lámpara de luz ultravioleta para desinfectar bacterias y virus que causan enfermedades.
• Ablandadores / suavizadores de agua. Ya que los filtros para toda la casa afectan cada grifo, cabezal de ducha y equipo de agua del hogar, muchas personas aprovechan la posibilidad de instalar también dispositivos para ablandar o suavizar el agua. Los ablandadores añaden sales al agua, mientras que los suavizadores modifican la composición del agua dura para evitar la formación de cal.

3. Planificar la instalación para facilitar el montaje

La mayoría de los sistemas de filtración del agua del pozo pueden instalarse sin ayuda profesional, pero esta tarea rara vez es sencilla y requiere buena planificación para asegurar un funcionamiento fluido.

El agua debe desconectarse o cerrarse durante gran parte del día, por lo que es importante asegurarse primero de que haya suficiente agua en la casa durante la instalación. Ahorrar un poco de tiempo en la correcta instalación de los tanques y cabezales de filtro reducirá el riesgo de sobrecarga del cuerpo del filtro y mantendrá la presión del agua mediante los bombas eléctricas, ayudando así a mantener el funcionamiento normal de grifos y duchas.

4. Monitoreo y mantenimiento

Después de la instalación y el llenado completo del sistema de filtración del agua del pozo, debería comenzar inmediatamente a mejorar la calidad de tu agua. En ese momento es importante no olvidar el sistema, pero revisar regularmente su eficacia y cuán bien maneja los niveles de contaminación en tu pozo.

Si el nivel de contaminación es especialmente alto, puede ser necesario instalar etapas adicionales de filtración o reemplazar más frecuentemente el material filtrante que lo recomienda el fabricante.

5. ¿Cómo cambiará tu entorno en el futuro?

Por último, vale la pena mencionar que, a diferencia de otros servicios básicos de infraestructura urbana, la red de agua cambia y evoluciona constantemente. Conforme cambian las condiciones locales y globales alrededor de tu pozo, inevitablemente habrá consecuencias para la calidad del agua.

Mantente atento a cualquier cambio significativo en tu área, como expansión de una granja o construcción de nuevos complejos residenciales. Además, realiza pruebas del pozo anualmente para ver cómo cambia la composición de tu agua y si es necesario revisar tu estrategia de filtración.