Apartamento en estilo japonés de 168 m² en Almaty

El apartamento estaba destinado a un joven apasionado por el oriente, específicamente Japón. Eso se convirtió en el punto de partida para crear un estilo de interiores en esta tendencia. El contorno existente del apartamento no se ajustaba a los principios de la filosofía del estilo japonés, pero usando las técnicas de los maestros japoneses para formar espacios, se logró darle al interior un cierto espíritu de austeridad y moderación. El espacio principal del apartamento se divide no en habitaciones, sino en "zonas funcionales" mediante pantallas, arcos tradicionales y gracias a los cambios de nivel del suelo.

Las pantallas hacen que el espacio del apartamento sea ligero y transparente; moviéndolas se puede renovar el interior casi cada día. El candelabro de arroz, el tatami hecho de paja, almohadas con piedras representativas crearon un rincón acogedor que separa del ruido y la agitación del mundo moderno. Un colorido especial al interior lo aportan las armaduras de samurái japonés, que reciben a los invitados justo en la entrada. Son auténticas y fueron traídas especialmente desde Japón. La iluminación en el estilo japonés también forma parte de la composición. Una vivienda japonesa no puede sumergirse en la oscuridad. La luz suave y difusa debe destacar los pocos elementos del interior, resaltando su unicidad y significado.