There can be your advertisement
300x150
«Дом-сороконожка» en la calle Bеговая: cómo el edificio se paró sobre sus patas
Un ejemplo brillante de cómo un experimento arquitectónico puede convertirse en el símbolo de una era
En las décadas de 1970, en la parte noroeste de Moscú apareció un edificio que incluso hoy luce futurista: un edificio residencial de 13 pisos flotando sobre el suelo apoyado en 40 pilares de concreto. El edificio en la calle Bеговая, 34 recibió muchos apodos: «el domo de las cuarenta patas», «el domo de los ocho tentáculos», «la cabaña sobre patas de gallinas», pero el más famoso fue simple y conciso: «el domo sobre patas». Esta obra única del arquitecto soviético Andrey Meerzon se convirtió en uno de los ejemplos más brillantes del experimento modernista en la URSS y aún hoy permanece como tarjeta de presentación del barrio.
El nacimiento de la idea: entre el sueño y la realidad
La historia del «domo de las cuarenta patas» comenzó en 1973, cuando el arquitecto Andrey Meerzon recibió una orden inusual: diseñar un hotel para los juegos olímpicos de 1980. Este hotel se planeaba construir en la orilla del embalse de Khimki, cerca de la estación del metro «Estadio Acuático».
Aquí nació la idea de elevar el edificio sobre el suelo mediante pilares de concreto. Esta solución permitiría no interrumpir el acceso a la orilla del embalse y crear un espacio libre para paseos bajo el edificio. Además, las «patas» debían garantizar una circulación libre del aire, lo que era especialmente importante para el confort de los futuros huéspedes en los días calurosos del verano.
Sin embargo, durante la preparación para los juegos olímpicos, los planes cambiaron. Se decidió construir el hotel en otro lugar y el proyecto de Meerzon fue trasladado a la calle Bеговая, cerca del Paseo Lenin, una de las principales arterias de la ciudad. A pesar de que la idea original de permitir el acceso al agua ya no era necesaria, decidieron conservar la estructura inusual con pilares.
Según el nuevo plan, el edificio debía convertirse no en un hotel sino en un edificio residencial para los trabajadores de la fábrica aeroespacial «Bandera del Trabajo», que se ubicaba cerca. De ahí surgió otro nombre: «el domo de los aviator»
Foto: pinterest.comCaracterísticas arquitectónicas: brutalismo soviético
«El domo de las cuarenta patas» representa un ejemplo claro del brutalismo soviético, una corriente arquitectónica popular en las décadas de 1970. En el núcleo del brutalismo radica el uso de concreto sin pulir (fr. béton brut) y una estructura que resalta su masa.
El edificio es un edificio panelado de 13 pisos con una longitud de 130 metros, dividido en tres secciones. La característica principal del edificio es que tiene 40 pilares de concreto reforzado (20 pares) que levantan el primer piso residencial hasta el nivel del cuarto. Los pilares tienen una forma característica: se ensanchan hacia abajo, lo que visualmente los hace ligeros y elegantes, a pesar de la masa general de la estructura.
La solución arquitectónica del fachón es interesante: el edificio se expande hacia arriba, y los paneles están colocados de forma que parecen escamas o tejas. Esto crea un efecto visual de «musculatura» y dinamismo, rasgos característicos del brutalismo.
En total, el edificio tiene 299 apartamentos y dos pisos técnicos: uno debajo de los pilares y otro entre el último piso residencial y el techo. El edificio está equipado con cuatro ascensores y dos conductos de basura en cada sección.
Foto: pinterest.comDesafíos técnicos: cómo construir lo imposible
La implementación de este proyecto no convencional requirió soluciones ingenieriles innovadoras. En el período en que se construyó «el domo de las cuarenta patas», la construcción soviética estaba limitada por estándares uniformes de construcción de viviendas en paneles. El arquitecto tuvo que mostrar creatividad para construir un edificio único usando elementos estándar.
Meerzon utilizó paneles en serie, pero los colocó superpuestos para crear un efecto de escamas. Los pilares fueron diseñados para proporcionar la máxima estabilidad del edificio con el área mínima de contacto con el suelo.
La complejidad principal radicaba en el sistema de servicios. Los ingenieros tuvieron que desarrollar soluciones especiales para colocar tuberías y cables eléctricos a través de los pilares, asegurando que todas las viviendas tuvieran los servicios necesarios.
A pesar de su aparente fragilidad estructural, el edificio resultó extremadamente resistente. Tras más de 40 años de uso, no ha experimentado problemas estructurales serios, lo que demuestra la alta calidad del diseño y construcción.
Foto: pinterest.comVida en el domo flotante: practicidad y emociones
Cuando en 1978 se completó la construcción, los empleados de la fábrica aeroespacial que recibieron apartamentos en este edificio lo consideraron con sentimientos mixtos. Por un lado, se sentían orgullosos de la vivienda única que destacaba entre el desarrollo típico. Por otro lado, muchos se sentían inquietos: ¿qué tan seguro es vivir en un edificio que parece flotar en el aire?
El tiempo demostró que estas preocupaciones eran infundadas. El edificio no solo fue interesante desde el punto de vista arquitectónico, sino que también era completamente cómodo para vivir. Tiene ventajas prácticas:
La ausencia de primeros pisos resuelve el problema del ruido y polvo de la calle;
El espacio libre bajo el edificio protege contra la acumulación de gases de escape;
La planificación inusual garantiza una buena iluminación solar en la mayoría de los apartamentos.
Por supuesto, también existen desventajas. Los residentes mencionan la forma inusual de las habitaciones (muchas son trapecoidales debido a la estructura particular), así como una acústica especial: los sonidos pueden propagarse a grandes distancias dentro del espacio bajo el edificio.
Foto: pinterest.comValor cultural: de un experimento arquitectónico a símbolo de una era
«El domo de las cuarenta patas» rápidamente se convirtió en una atracción arquitectónica destacada de Moscú. Su forma inusual atrae la atención no solo de arquitectos e historiadores, sino también de cineastas. El edificio aparece en varias películas, incluyendo «Guardianes de la Noche» y «Apaguen las Luces».
Críticos arquitectónicos reconocen la importancia de este proyecto. Elena González, crítico arquitectónico, señala: «El domo en la calle Bеговая es uno de los edificios más interesantes de Moscú... Sin duda, representa una manifestación brillante del brutalismo de los años 70, pero en la galería de monumentos moscovitas, el domo en la calle Bеговая no es menos significativo que las obras maestras de siglos anteriores».
Es importante destacar que «el domo de las cuarenta patas» no es el único edificio similar en Moscú. La idea de edificios sobre pilares fue popular en la arquitectura soviética desde el período constructivista de los años 1920-30. El famoso edificio del Komnfina en la calle Novinsky, diseñado por Moisei Ginsburg, también apoya parcialmente sus pilares-«patas». En los años 1960 apareció un edificio de 25 pisos con pilares en la avenida Mira, también llamado «domo de las cuarenta patas». Pero precisamente el domo de Meerzon en la calle Bеговая se convirtió en la manifestación más brillante de esta idea arquitectónica en Moscú.
Foto: pinterest.comArquitecto y su legado
El creador del «domo de las cuarenta patas», Andrey Dmitrievich Meerzon (1930-2020) fue uno de los principales arquitectos soviéticos del período posguerra. Hijo de un arquitecto, Dmitri Solomonovich Meerzon, recibió su formación profesional y posteriormente se convirtió en arquitecto distinguido de la RSSF, y más tarde en arquitecto nacional de Rusia.
Además del «domo sobre patas», Meerzon diseñó muchos otros objetos importantes en Moscú, entre ellos:
Complejo residencial «Cisne» en la autopista de Leningrado;
Microdistrito de Khimki-Hovrino;
El «domo rojo» en la calle Serëgin;
Edificio de Minoboronyprosm (Ministerio de Defensa) en la calle 1 de Brest;
Hotel Ritz-Carlton Moscú (una de sus últimas obras).
Entre 1992 y 1996, Meerzon fue presidente de la Asociación de Arquitectos de Moscú. En sus últimos años de vida, el arquitecto se mudó a Estados Unidos, donde falleció el 29 de enero de 2020 a los 89 años.
Qué ver si decide visitar el «domo de las cuarenta patas»
Si se interesó por este edificio extraordinario y desea verlo con sus propios ojos, aquí hay algunos consejos:
Dirección: Moscú, calle Bеговая, número 34;
Estaciones de metro más cercanas: «Dinamo», «Bеговая»;
Mejor momento para visitar: durante el día, cuando pueda observar los detalles de la construcción.
Aunque el edificio es residencial y es difícil acceder a su interior, puede caminar bajo el edificio, experimentando el espacio único creado por la arquitectura del concepto de «domos sobre patas». Camine alrededor del edificio para ver cómo cambia su percepción desde diferentes puntos de vista.
Y por supuesto, no olvide tomar algunas fotos: este gran maestro arquitectónico del modernismo soviético merece un lugar en su colección de recuerdos de la Moscú inusual.
«El domo de las cuarenta patas» en la calle Bеговая es un ejemplo brillante de cómo un experimento arquitectónico puede convertirse en el símbolo de una era. En él se manifestaron tanto un valiente y creativo concepto artístico como los logros técnicos de la industria constructiva soviética y el sueño de nuevas formas de espacio residencial. Tras décadas desde su construcción, sigue impresionando y sorprendiendo, siendo uno de los edificios más extraños de Moscú.
Portada: pinterest.com
More articles:
8 ideas que tomamos prestadas en una estalinca transformada de 1953
Acento solar: cómo no tuvieron miedo de decorar una cocina brillante en estilo trash
Baño de 6,9 m²: cómo los bloques de vidrio y los colores crearon un efecto asombroso
Los 6 secretos principales de almacenamiento que observamos en una decoración llamativa
Antes y después: transformamos presupuestariamente una monòlita de 32 m² en un chrischevka
5 ideas super sencillas para almacenar en una vivienda de 43 m²
8 ideas que inspiraron el diseño de una pequeña casa en estilo brezhnev
¿A dónde fueron los 3 millones? El costo real del remanufacturado frente a las fotos atractivas en redes sociales