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Logré hacer el remake de una habitación en un mes y no me divorcié: método de microtareas que realmente funciona

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Ejemplo de distribución eficiente de tareas durante el remaster

Cuando mi pareja y yo decidimos hacer el remaster, todos nuestros conocidos nos miraban con desconfianza: "¿Están locos? ¡Eso son al menos seis meses de estrés y discusiones!" Pero nos atrevimos a probar un enfoque diferente: dividir el gran proyecto en pequeñas tareas. Spoiler: el remaster tomó 32 días, aún estamos juntos y el apartamento luce exactamente como queríamos.

Lo más importante de la entrada:

  • El remaster puede dividirse en microtareas de 2-3 horas;

  • Cada semana se puede completar un mini-proyecto;

  • Mejor agrupar las tareas relacionadas;

  • Los descansos entre etapas son tan importantes como las tareas mismas.

Por qué el remaster normal se convierte en una eternidad

El enfoque clásico para el remaster parece ser como tratar de comer un elefante entero: intentas elegir el azulejo, encontrar una empresa de trabajos, planificar la electricidad y decidir qué color de pared quieres por los próximos cinco años al mismo tiempo. En última instancia, tu cerebro simplemente deja de procesar esa cantidad de información y el proyecto se extiende durante meses.

Cómo convertir el remaster en un proceso controlado

Lo primero que hicimos fue sentarnos y escribir todas las tareas que necesitábamos completar. Incluso las más pequeñas, como "comprar tornillos" o "elegir molduras". Resultó ser 47 elementos. Ya no parecía un solo gran y aterrador "remaster" — ahora era una lista de acciones concretas y comprensibles.

Foto: unsplash.comFoto: unsplash.com

Agrupamos las tareas: desde lo fácil hasta lo complicado

El siguiente paso fue agrupar las tareas en bloques lógicos. Por ejemplo, todo lo relacionado con las paredes se juntó en un bloque: limpieza, imprimación, relleno de grietas, pintura. El trabajo con el suelo — en otro. Esto dio lugar a 12 mini-proyectos, cada uno ejecutable en 2-3 días.

Cómo planificar el cronograma sin volverse loco

Decidimos trabajar en sprint: tres días de trabajo activo, luego un día de descanso. En los días laborales nos dedicábamos al remaster por 3-4 horas después del trabajo principal. Los fines de semana podíamos dedicar más tiempo al remaster, pero siempre dejábamos un día completamente libre.

Descubrimientos inesperados en el proceso

Resultó que este método tiene muchas ventajas. Primero, es más fácil controlar el presupuesto — cuando compras materiales por lotes pequeños para tareas específicas, no hay riesgo de comprar exceso. En segundo lugar, es más fácil monitorear la calidad del trabajo — cuando te enfocas en algo específico, puedes notar todos los defectos.

Foto: unsplash.comFoto: unsplash.com

Qué hacer con los imprevistos

Por supuesto, no todo fue perfecto. Cuando quitamos las antiguas paredes, descubrimos que las paredes necesitaban un buen nivelado. Tuve que reprogramar el cronograma, pero gracias al sistema de microtareas esto no causó pánico — simplemente agregué nuevas entradas a la lista y reagrupé las tareas.

Cómo no discutir durante el remaster

El secreto resultó ser simple: cada uno se encargó de las tareas que mejor le salían. Yo me encargué del diseño y la compra de materiales, mi esposo de los aspectos técnicos. Y lo más importante — acordamos celebrar cada pequeño logro. Pegamos papel pintado en la habitación principal? Excelente, pedimos pizza y vimos nuestra serie favorita.

Cuánto costó todo esto y si valió la pena

Al final, el remaster resultó incluso más barato que lo planeado. Cuando trabajas en pequeñas etapas, es más fácil controlar los gastos y encontrar ofertas ventajosas. Pero el mayor ahorro fue en nervios — no solo mantuvimos nuestra relación, sino que incluso nos entendimos mejor.

Ahora, cuando nuestros conocidos preguntan sobre el remaster, siempre recomiendo: no intentes hacer todo al mismo tiempo. Divide una gran y temible tarea en pequeños pasos ejecutables. Celebra cada victoria, aunque sea la más pequeña. Y recuerda: no existe un remaster perfecto, pero sí uno que puedes terminar sin pérdidas para tu salud mental y relaciones.

Portada: foto de Vitaliy Gariyev, Unsplash