Guía para limpiar ventanas después del invierno: 5 pasos simples

No creas que limpiar ventanas es un proceso largo y complicado. Siguiendo una sencilla instrucción y preparándote con anticipación, podrás devolver fácilmente y rápidamente a tus ventanas su aspecto ideal. Te contamos los secretos de una limpieza eficaz de ventanas.

¿Qué necesitas?

• esponja o cepillo con mango largo;
• dos cubos: uno con agua común y otro con una solución jabonosa;

• telas limpias (microfibra);
• una toalla grande o tela que puedas usar para cubrir el suelo.

¿Cuándo es mejor limpiar las ventanas?

Determinar el mejor momento para limpiar las ventanas es un aspecto importante que muchas personas suelen pasar por alto. ¿Cuándo es mejor limpiar las ventanas? Por la mañana temprano o cerca de la noche, cuando el sol no ilumine directamente los cristales. Ya que bajo luz solar intensa es fácil pasar por alto las manchas y el agua en los cristales se seca rápidamente. Por eso, los días nublados pueden ser el momento ideal para limpiar las ventanas, ya que tendrás más visibilidad de la suciedad y podrás secar los cristales con mayor detalle, obteniendo así un resultado impecable.

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¿Cómo limpiar correctamente las ventanas?

Prepara la solución para limpiar ventanas

Aunque existen muchos tipos de productos limpiadores para ventanas, una solución jabonosa sigue siendo el medio más probado y eficaz. Además, puedes añadir una cucharadita de detergente para lavavajillas o vinagre blanco al cubo con agua para mejorar su capacidad de limpieza. Se recomienda también colocar una tela o toalla sobre el suelo antes de comenzar la limpieza para protegerlo de posibles manchas y suciedad.

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Seca marcos y cristales

Para limpiar ventanas pequeñas puedes usar una esponja común, sumergirla en la solución jabonosa, exprimirla y frotar primero el marco y luego la ventana, prestando atención a las esquinas. Para ventanas más grandes se recomienda usar un cepillo con mango largo. Si el cepillo produce ruido durante la limpieza, agrega un poco más de jabón al agua. Tras la limpieza, no olvides enjuagar los cristales con agua limpia para evitar dañar el material del sellado.

Para acelerar el proceso, se recomienda moverte en una sola dirección, por ejemplo de arriba hacia abajo, para evitar marcas que puedan quedar al hacer movimientos circulares.

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Seca los cristales completamente

Para limpiar rápidamente y con facilidad los cristales de las ventanas puedes usar una espátula de goma especial que viene incluida en algunos cepillos para limpieza de ventanas. Colócala en la esquina superior izquierda de la ventana y desliza verticalmente hacia abajo hasta el borde inferior del marco. Luego limpia los cristales con una tela seca y continúa cada vez colocando la espátula de modo que su borde izquierdo entre un poco en la zona ya limpiada. Al final, retira la humedad y las manchas del cristal y el alféizar usando una toalla microfibra que absorbe bien la humedad.

¿Cómo acelerar el proceso? Cuando la espátula de goma pierda brillo, cámbiala por una nueva: así evitarás rayas en los cristales y terminarás más rápido.

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No olvides las redes de mosquitero

Al limpiar ventanas no debes olvidar las redes de mosquitero. Requieren un proceso de limpieza separado, preferiblemente en el baño. Para eliminar polvo pasa agua del grifo por toda la superficie de la red, y para quitar manchas usa un cepillo con cerdas duras y la misma solución jabonosa. Luego puedes secar la red con una toalla microfibra.

¿Qué hacer con el lado exterior de la ventana?

Para limpiar el lado exterior de las ventanas que suelen estar más expuesto a la suciedad, aplica el producto limpiador directamente sobre la esponja o una tela suave, y frote el cristal enfocándote en las manchas persistentes. También puedes usar productos específicos diseñados para eliminar contaminantes de ventanas. Presta atención a la composición del producto y verifica su compatibilidad con los materiales de las ventanas para evitar dañar el cristal o marcos. Después de eliminar las manchas, se recomienda enjuagar con agua limpia o usar una toalla microfibra para eliminar residuos del producto limpiador.

¿Cómo acelerar el proceso? Rocía la zona problemática con vinagre desde un pulverizador, déjala actuar durante cinco minutos y luego limpia con una tela.

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Foto de portada: diseño de Anna Rims.