Experiencia personal: cómo recubrir un sofá con tus propias manos

Ya habíamos hablado sobre la maravillosa casa de estilo Khrushchev, que Ekaterina decoró junto a su esposo con sus propias manos. Una de las habitaciones más memorables fue la sala de estar: precisamente allí se encuentra el sofá de estilo, que nuestra heroína recubrió sin ayuda externa. Si eres partidaria de cuidar los recursos naturales del planeta y tus gastos financieros, este artículo te será muy útil.

Ekaterina, bloguera @rukodelnitsa_v_dome, pesa solo 47 kg, pero recubrió el sofá por sí sola

Propongo gastar unas pocas miles de rublos y una semana en recubrir un sofá con tus propias manos.

Retiramos la tela vieja

Primero desmontamos la tela antigua, tomando nota en video o fotos de las partes complicadas, ya que la idea de “¿qué más recordar?” no funcionará. Al montar, seguramente surgirá la pregunta: “¿dónde encajar esta pieza?” Entonces recordarás con cariño a quien te ayudó.

Desplegamos y etiquetamos las piezas

Luego, en el suelo realizamos un diseño racional de las piezas: primero las más anchas y largas, luego las más estrechas y cortas, indicando el ancho de la tela de 140-150 cm. Primero medimos, luego compramos. A mí me costó exactamente 8 metros con una anchura de 150 cm.

Consejo: no elijas tela con patrón, pelusa o cuadros. En ese caso hay que tener en cuenta la dirección del tejido, lo que aumenta el consumo de tela y la probabilidad de cometer errores. Al cortar, etiquetamos las piezas y las cosemos inmediatamente; si no, te quedarás mirando una pila de piezas sin saber por dónde empezar. También puede ser necesaria una capa de felpa y espuma.

Cosemos y recubrimos las piezas

Cosemos las piezas con hilos reforzados de 35 L y, si es posible, coser con una costura exterior. Luego, con cuatro manos (una tensando, otra clavando con un clavador de mueble), recubrimos las piezas. La tensión debe ser fuerte, las clavijas frecuentes, cada 2-3 cm.

Si no tienes ayuda — no importa, también puedes hacerlo solo, como yo. Si en este paso no te sobran piezas extra, felicidades, estás en el camino correcto, pero aún no es momento para relajarte. Lo que viene es el ensamblaje del sofá.

Ensamblamos el sofá

Deberías tener alrededor de media caja con diferentes tornillos y clavos: no es necesario conocer sus nombres. Lo importante es que no los pierdas ni quedes sin algunos necesarios, ya que de lo contrario tu sofá podría colapsar en el momento menos indicado.

Ensamblamos el sofá, echando un vistazo a la hoja de apuntes en el teléfono (¿quién no recuerda las fotos?). Y cuando tu sofá esté seguro en la pared, ¡no saltes encima como en la infancia! Toma en cuenta que ya no pesamos 20 kg, y el sofá no es tan nuevo como parece.

Yo recubrí el sofá desde el principio hasta el final sola por primera vez en mi vida. ¡Y tú también podrás hacerlo! Especialmente si caminas por las tiendas de muebles con fines educativos y cuentas los ceros en las etiquetas de precios.