Diseño de interiores de casa de campo moderna para quienes se cansaron de los decorados rurales

Esta casa de campo de dos plantas con 98 metros cuadrados se encuentra dentro de los límites urbanos y al mismo tiempo en un lugar apartado del bullicio, la aldea urbana Stureby.

Justo por el bullicio de la ciudad sueca, los dueños no optaron por crear una atmósfera rústica en la casa y decorarla con antigüedades «de abuela».

La distribución de la casa es conveniente. Todas las zonas sociales están en el primer piso, en una amplia cocina- sala de estar. Allí también hay una pequeña habitación de invitados junto al baño y un gran vestíbulo. En el segundo piso, alejado de los espacios ruidosos, está el estudio, la habitación principal y la sala infantil.

Además de los dos pisos, la casa tiene un sótano muy grande donde los antiguos dueños instalaron una estudio de música, y los actuales lo convirtieron en una taller de carpintería.

La cocina (también comedor y sala de estar) es espaciosa y bien iluminada. Por eso los dueños no tuvieron miedo de instalar un armario mate negro. Una parte de la pared hecha con ladrillo rojo natural complementa esta decisión atrevida.

Los elementos de estilo loft en el interior están suavizados por una superficie de trabajo de madera tranquila y una mesa de comedor.

La cocina oscura, la zona de comedor clara y la sala de estar están conectadas por detalles oscuros: lámparas negras llamativas, macetas oscuras con flores y un sofá gris.

Obsérvese que en lugar de mesitas y cómodas hay escaleras de madera. Una solución interesante y práctica.

Detrás de las grandes puertas correderas se encuentra la habitación de invitados. En lugar de paredes blancas tradicionales, hay tonos oliváceos pálidos. Combinadas con un cómodín rosado y muebles blancos, la habitación se ve fresca y elegante.

En la entrada al segundo piso, detrás de una división se colocó la habitación principal, zona de trabajo y un mini ropero tras una cortina de algodón. Debido a las paredes inclinadas que absorben la luz, el interior se hizo completamente blanco. Se suavizó con una manta naranja cálida y decoración de color arena.

Al final del segundo piso se colocó la habitación infantil. A la habitación le da vitalidad una pared y muebles oliváceos.

En el baño no se ahorró espacio y se instalaron una ducha y un baño completo.

Pero tuvieron que añadir muchas superficies brillantes: azulejos en el suelo, puerta de ducha de vidrio y espejo. Así la luz natural que entra por una gran ventana hace que el baño del interior parezca transparente y aireado.

A los dueños de la casa les encanta especialmente el sótano. Por eso, en lugar de guardar cosas viejas y bolsas de patatas en el sótano, lo equiparon como taller de carpintería. Quedó como para el alma.

Al entrar se construyó un patio. Pergola, parrilla y sombrilla para el sol - ¡qué más se puede pedir para la felicidad!

Distribución

Fuente: Historiskahem