Cómo transformar una antigua casa y muebles sin hacer reformas

Esta vivienda de una habitación con 35 metros cuadrados se encuentra en el centro histórico de Estocolmo y se ajusta completamente a él gracias a los detalles originales del siglo XIX que aún se conservan dentro. Por ejemplo, grandes ventanas de doble hoja con pernos metálicos, un armario de madera casi como en un museo en la cocina y una gran cantidad de decoración: una regadera de latón, un candelero de bronce y vajillas antiguas.

No se modificó la distribución del apartamento: la sala de estar espaciosa, la cocina con un almacén, una habitación pequeña y hasta un almacén siguen ocupando el mismo lugar.

El detalle principal que une lo nuevo y lo viejo juntos es el azul profundo en la decoración de las ventanas, puertas y parte de la mobiliario. En él reside todo el secreto: extendiendo el color azul por toda la vivienda, los diseñadores renovaron el interior sin hacer reformas.

El fondo de la sala de estar es blanco. La austeridad del blanco y el azul frío se compensan con plantas, muebles de madera cálida, suelos y cuadros. Presten atención a cómo están colgados: para no hacer agujeros innecesarios en las paredes, se utilizaron rieles de cornamusa. De esta manera todas las pinturas se mantienen con hilos de nylon y se pueden mover fácilmente sin dejar marcas.

La cocina es estrecha, pero gracias a la abundancia de luz natural proveniente de una gran ventana parece mucho más espaciosa. El principal objeto expuesto aquí es un mueble de roble curtido. Es el inquilino más antiguo, pero con el color azul renovado y nuevas manijas metálicas no cede a los armarios modernos de cocina frente a él.

Las puertas grises del armario se integran perfectamente en la paleta blanca y azul. Gracias a las superficies reflectantes – el delantal de la cocina hecho de azulejos y la encimera metálica – la cocina parece luminosa y espaciosa.

Lo interesante es que en el almacén frente a la ventana decidieron colocar una zona de descanso adicional, mientras que la mesa para comer fue trasladada a la sala de estar.

En la pequeña habitación solo cabía una cama. Los diseñadores deliberadamente dejaron la habitación sin detalles llamativos para crear un espacio tranquilo para dormir y descansar.

El baño es simple pero acogedor. Aquí reemplazaron la cortina de ducha con una pantalla de vidrio – así el espacio parece más espacioso y con estilo.

En el vestíbulo lograron colocar un gran armario de espejo con puertas correderas que sirve como guardarropa.

Distribución

Fuente: Historiskemhem