Cómo combinar colores al estilo escandinavo: ejemplo de Suecia

El apartamento tiene una salida independiente a un acogedor patio interior ubicado en el antiguo distrito de Gothenburg — Haga. Allí, a ambos lados de las calles peatonales, se alzan los tradicionales edificios de tres pisos de Suecia con sótanos de piedra. No es sorprendente que el interior del apartamento esté realizado en consecuencia — al estilo escandinavo.

La cocina y la sala de estar del apartamento están unidas. De esta manera, el espacio se siente más espacioso y luminoso. Las grandes ventanas combinadas con las paredes blancas llenan aún más el espacio con luz.

A pesar del espacio reducido, la cocina luce espaciosa (incluso muy espaciosa) y funcional. El horno, la lavavajillas, el refrigerador, una cámara de congelación adicional, la barra de bar y muchos cajones deslizables — todo encontró su lugar.

Una pared de la cocina está pintada de blanco, otra está revestida con azulejos blancos. El suelo tiene tablas de parquet claro gris, seleccionadas casi en el color de la superficie de trabajo de la cocina hecha con piedra natural. Junto a la ventana está colocada una mesa y sillas de madera natural en color perlado gris. Gracias a la predominancia de tonos grises, las puertas azules destacan y se ven más brillantes. El gris actúa como color neutro que permite al azul ser el principal elemento destacado en la cocina.

La decisión de unir la cocina y la sala de estar crea un espacio social y agradable dentro del apartamento. El elemento principal aquí es la alfombra con un patrón floral, y el tejido elegido según el color del sofá junto con la alfombra crean una combinación armónica. Las paredes, al igual que en toda la vivienda, están pintadas de blanco. Y no es sorprendente, ya que el blanco une todos los elementos del interior en una sola unidad y oculta las diferencias entre colores y muebles.

Las grandes ventanas, sin las cuales es difícil imaginar el estilo escandinavo, llenan el espacio con aire y luz natural. Y los anchos alféizares decorados con flores vivas en macetas se ven tan naturalmente que parece que no hay mejor lugar para ellas.

La división del espacio entre la cocina y la sala de estar se logra no solo mediante la barra de bar, sino también gracias a las elecciones cromáticas. La sala de estar, en comparación con la cocina, luce más oscura: un piano color marrón oscuro, macetas castaño para flores y textiles oscuros en el sofá. Un excelente ejemplo de cómo se puede dividir el espacio sin muros ni particiones.

En la habitación también se utilizan tonos monocromáticos grises para dar profundidad a la pequeña habitación. Y las amplias ventanas parecen iluminar la habitación desde adentro.

A lo largo de una pared están ubicados dos armarios blancos empotrados que cumplen con dos funciones. Una es práctica, como espacio de almacenamiento, y la otra es decorativa, como una forma de usar el color blanco para suavizar las paredes grises.

En el apartamento hay un amplio baño. Dentro está la mesita de madera natural con lavabo, una mini-lavandería con lavadora y secadora, muchos lugares para almacenamiento, espejo empotrado, ducha e incluso suelo con calefacción. Las paredes están revestidas con azulejos blancos y el suelo con azulejos negros, lo que en contraste amplía el espacio e incluso no estorba en un baño espacioso.

El vestíbulo es cómodo: tiene mucho espacio para almacenar calzado y ropa de abrigo, y frente a él hay un espejo.

Lo inusual es que el vestíbulo conecta todas las habitaciones del apartamento en una distribución circular y continua. Y la pared elevada y los azulejos negros al borde de la entrada separan bien el espacio del vestíbulo del corredor general.

Plano