Cómo transformaron un antiguo museo en un acogedor hogar

Los cónyuges Elin y Tiodolf se trasladaron desde Estocolmo a Lindesberg en una casa privada. Y vivieron allí hasta que hace cinco años se encontraron con un anuncio de subasta para comprar un antiguo museo.

Tiodolf se encendió de inmediato con la idea de crear su propio hogar ancestral en una gran casa con historia. Aunque Elin estaba más escéptica, la pareja ganó las subastas, acordaron con el municipio local la concepción de la reforma y del futuro diseño del interior, y comenzaron el trabajo.

El edificio de 380 metros cuadrados fue construido en el siglo XIX, y desde finales de los años cuarenta sirvió como museo. La familia entendía que reformar un edificio de importancia histórica, y además con tantos años, era una tarea seria y costosa. Solo por eso, en el antiguo museo no había baños completos, cocina ni lavadero, por lo que todo tuvo que planificarse y construirse desde cero.

Además, era importante mantener el estilo del interior en armonía con la esencia del edificio. El estilo no lo eligieron los dueños: fue dictado por la casa misma.

Para resolver con rapidez esta difícil tarea, Tiodolf reclutó a familiares para colaborar en la reforma, mientras que Elin incluso renunció a su trabajo en un estudio de arquitectura para dedicar todo su tiempo al nuevo hogar.

Al limpiar las paredes, la familia descubrió tres chimeneas revestidas con azulejos — todas se conservaron bastante bien, al igual que fragmentos del suelo pavimentado con piedra antigua, ventanas y molduras.

Para la decoración no se complicaron y optaron por una pintura minimalista, colocando pisos de madera. En cuanto a mobiliario y decoración, resultaron eclécticos. Aquí hay sillas Wishbone Chair de los años sesenta, una línea moderna de sofás y sillones Ghost diseñada por Paola Navone, y sillas vienesas — por cierto, sus prototipos son casi contemporáneos a esta casa.

El diseño del interior se realizó bajo la guía atenta de Elin. Por cierto, no siente remordimiento por haber dejado su trabajo. Al involucrarse en la configuración del hogar, Elin abrió su propia tienda online donde ahora vende hallazgos para decoración de interiores. Su oficina la montó en casa: la inspiración para trabajar está garantizada entre tanta belleza.