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Cómo cuidar tu césped

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Para cada persona que tiene una casa privada, tener un césped hermoso y bien cuidado es una de las principales tareas al decorar su terreno. Sin duda, muchos saben lo agradable que es caminar descalzo sobre la suave hierba verde o hacer un picnic en un manto natural verde junto a la casa en un cálido día de verano. Para realizar este sueño, necesitas tu propia casa, y lo demás depende de la tecnología.

Si has decidido hacer el césped en tu terreno de forma autónoma, es fundamental conocer algunos aspectos clave que te permitirán crear un hermoso tapete verde profesionalmente y sin errores, para que todos tus esfuerzos y recursos materiales no se vayan en vano.

Debes saber que, además de su función decorativa, el césped cumple varias funciones adicionales. Por ejemplo, la hierba puede absorber grandes cantidades de polvo del aire en su superficie, convirtiéndose así en un filtro natural y ecológico que limpia la atmósfera alrededor de tu hogar. Además, un césped bien plantado evita la proliferación de malas hierbas, lo cual tiene una función estética y también libera de trabajo innecesario en el jardín.

Si se coloca y planta correctamente, el césped puede absorber una buena parte de las vibraciones del suelo procedentes, por ejemplo, de una carretera o autopista cercanas.

No olvides que la hierba es una planta como cualquier otra, capaz de absorber dióxido de carbono (anhidrido carbónico), y a cambio, el césped libera oxígeno esencial para nosotros y todos los seres vivos. Además, el césped enfría y humedece el aire, lo cual es especialmente relevante en días calurosos de verano.

Crear un césped por ti mismo no es complicado. Se identifican varios métodos principales para su creación.

El primer método consiste en sembrar directamente las semillas sobre una superficie de tierra preparada.

El segundo método consiste en colocar el césped mediante rollos ya preparados.

El tercer método consiste en esparcir uniformemente tierra con semillas y raíces sobre la zona. Pero este método no ha tenido una amplia aceptación y prácticamente no se utiliza en la actualidad, ya que la tierra puede contener también malas hierbas además de las plantas deseadas.

El proceso de siembra consiste en tomar una puñado de semillas y esparcirlas de forma uniforme sobre la superficie que deseas crear. Luego, la superficie sembrada debe compactarse y regarse. Es importante regar con cuidado, sin generar una presión alta del agua, ya que de lo contrario podrías arrastrar las semillas recién sembradas.

Si utilizas el segundo método, no hay ningún problema. Simplemente coloca los rollos ya listos de césped sobre la superficie preparada, compacta y luego riega abundantemente.

Una vez el césped está listo, es esencial cuidarlo correctamente, especialmente en las primeras fases. El césped necesita poda regular, deshierbe y riego. Si sigues todos estos pasos, el resultado será excelente.