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Vista fresca: cómo organizar un apartamento con habitaciones aisladas
Interior en el que muebles de los años 40, decoración escandinava y elementos modernos se combinan en una concepción original, y se prefirieron habitaciones aisladas tradicionales frente a una reconfiguración.
En los últimos años, en el diseño de interiores se observa claramente una tendencia hacia la planificación abierta: la ausencia de paredes innecesarias permite aumentar visualmente el área del apartamento y darle una interpretación espontánea a un espacio único. Sin embargo, los propietarios de esta vivienda sueca se negaron a seguir la moda para conservar el espíritu histórico en un edificio antiguo y organizar un apartamento de 59 metros cuadrados con dos habitaciones aisladas y una cocina.
En contra de la corriente
Al planear el proyecto de diseño de este apartamento de 59 metros cuadrados, los propietarios decidieron conservar muchas características retro: la cocina y las puertas de los años 40 fueron cuidadosamente restauradas y completadas con soluciones contemporáneas de decoración. Así nació un diseño ecléctico acogedor, donde el plástico convive con la madera natural y los papeles pintados con dibujos de relleno coexisten con la yesería blanca.
Además, los dueños recurrieron a técnicas para conservar el espacio. Una solución exitosa fue el diseño escandinavo claro y trasladar el sistema de almacenamiento al vestíbulo: un gran armario fue integrado en la nicho para no sobrecargar el interior de las habitaciones.




Nostalgia ligera
La principal tarea del diseño del interior fue conservar la romanticidad de los tiempos antiguos en una casa construida en los años 40. Mientras que en los áticos basta con jugar con la textura de las paredes de ladrillo y los forjados para lograr este efecto, en un edificio residencial común, los dueños tuvieron que recurrir a métodos más delicados: la cocina y las puertas entre habitaciones, heredadas de los anteriores propietarios, pasaron por una meticulosa restauración.
Para que los elementos retro no se pierdan en el fondo de una decoración escandinava neutra, se incorporaron detalles clásicos al interior: papel pintado con dibujo de relleno y muebles suaves sobre patas talladas. Los elementos del estilo contemporáneo – una lámpara en forma de semiesfera y sillas de plástico – no solo hicieron más dinámico el espacio interior, sino que también simbolizaron la conexión entre épocas.




Detalles acogedores
A pesar de la combinación de elementos de distintas épocas, el interior produce una impresión armoniosa gracias a los detalles acogedores. En la sala, los propietarios abordaron creativamente el diseño de una biblioteca: en las estanterías abiertas superiores colocaron libros ordenados por color de portada, mientras que los niveles inferiores fueron ocupados por pequeñas plantas para el interior.
Además, este interior es un ejemplo brillante de cómo la combinación de texturas que parecen no compatibles entre sí puede lucir elegante: los estampados blanco y negro en almohadillas del sofá y la alfombra no entran en conflicto con el cojín rojo de terciopelo en la sala, y el colchón grueso y bordado de la cama complementa expresivamente el diseño minimalista blanco en la habitación principal.





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