Mire la villa de origen danés, que tiene ya 85 años y acaba de ser restaurada

Antes del remiendos, las paredes eran de ladrillo rojo, ahora son blancas, y el techo también es gris, pero de mejor calidad con una mejor aislación térmica y ventanas en el techo.

Interiormente, cerca de 100 m² distribuidos en dos plantas, predominan espacios abiertos con soluciones integradas y hechas a medida, como estanterías en la sala de estar, colores pastel en las paredes, elementos antiguos encontrados en mercados de pulgas y muebles de diseño danés clásicos (sillas y lámparas, principalmente).

En todas las habitaciones hay mucho espacio, sin sobrecargar muebles o accesorios, incluso la cocina, muy limpia, sin armarios superiores y con esta encantadora nevera de diseño personalizado que funciona perfectamente como espacio de almacenamiento y siempre es bien recibida en la cocina. Desde dentro se ofrecen vistas al fiord de Værløse, una de las razones por las que la pareja que compró la casa se enamoró de ella. A pesar de necesitar reparaciones, dicen que cuando se detienen a admirarla, es como contemplar una pintura. Una descripción bastante buena, ¿no? Veamos si te gusta.

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