¿Alguna vez te has preguntado sobre la instalación de suelos flotantes en capas?

Pero ¿por qué recibió este nombre? Los suelos flotantes, como se mencionó anteriormente, son aquellos que no requieren pegamento ni yeso para su instalación. Se colocan únicamente mediante un sistema de conexión, dejando el piso libre o, más precisamente, flotante sobre una subestructura o suelo anterior.

Es decir, un suelo flotante es la mejor opción para aquellos que desean un piso bonito, fácil de instalar y sin causar contaminación o defectos durante la instalación.

Aislamiento térmico y acústico

Uno de los grandes beneficios de los suelos flotantes, ya sea laminado o vinilo, es su capacidad para proporcionar un ambiente térmicamente cómodo, lo cual resulta muy agradable, especialmente para quienes viven en regiones frías.

Otra cualidad positiva de este revestimiento es la aislación acústica. Dado que se instala utilizando una subestructura debajo del piso, los ruidos y otros sonidos se reducen significativamente, lo cual es ideal para quienes viven en apartamentos y no quieren molestar a los vecinos de abajo con el sonido de niños o saltos.

Instalación sencilla

Como ya dijimos anteriormente, un suelo flotante se instala muy fácil y rápidamente, además no produce contaminación, polvo ni basura. Sin embargo, es importante contar con un especialista calificado para garantizar una colocación y conexión perfecta de los elementos.

Resistencia y durabilidad

Puede parecer increíble, pero un suelo flotante posee alta resistencia y durabilidad siempre que se instale correctamente y se sigan las recomendaciones de mantenimiento. Por ejemplo, los suelos de vinilo son recomendados para uso comercial en lugares con gran flujo de personas gracias a su resistencia y confiabilidad.

Imita la madera

La mayoría de los suelos laminados y vinílicos tienen un color y textura muy similares a la madera. Esta es otra gran ventaja, ya que este material representa uno de los principales factores que hacen que una casa sea más acogedora y cómoda.

Puedes elegir entre cientos de tonos diferentes, desde el más claro, casi blanco, hasta el más oscuro, alcanzando un tono cercano al negro.

Baja resistencia a la humedad

Uno de los principales inconvenientes del suelo flotante es su baja resistencia a la humedad. Por lo tanto, se recomienda instalarlo solo en espacios secos, es decir, lejos de baños, cocinas o zonas exteriores.