Casa de coleccionistas en Bélgica

Para resolver esta tarea, el arquitecto belga Rob Mols, quien dirige su propia empresa, construyó una extensión de un piso, donde ubicó una sala de estar con planta abierta, un gimnasio y la habitación principal. El diseño interior de la nueva extensión y la casa original fue realizado por Studio K, basada en Amberes.

Los arquitectos buscaban destacar el contraste entre los espacios individuales. Las habitaciones con una atmósfera oscura e íntima se contraponen a los espacios luminosos y abiertos. Para conectar las distintas zonas, los diseñadores utilizaron los mismos materiales y colores en cada una.

La biblioteca se encuentra cerca de la entrada. El suelo de caoba teñida y las estanterías de madera oscura crean una atmósfera íntima que invita a la lectura. La amplia y luminosa sala comedor está en un espacio adyacente, sus puertas de cristal grande dan acceso a una terraza construida en la azotea de la extensión. La gran mesa para comedor puede usarse también para cenas tranquilas, como espacio de trabajo y para colocar libros sobre ella.

Una escalera ligera con escalones de caoba oscura conduce al primer piso, el nivel del sótano. Allí el suelo pulido de concreto claro pasa a la superficie del jardín y patio, lo que refuerza la coherencia entre los espacios internos y externos de la vivienda. Entre los muebles están presentes ejemplares antiguos y modernos que combinan perfectamente con las paredes blancas contemporáneas, grandes ventanas y estructuras de madera del techo y columnas. La cocina puede ocultarse mediante grandes paneles correderos blancos. El armario de la cocina también oculta la puerta que da a la habitación principal. Esta misma idea se aplica en la biblioteca del piso superior. Los habitantes pueden modificar el espacio, haciéndolo cerrado o abierto, armonioso y luminoso o acogedor e íntimo. En la planta alta se encuentran la habitación de invitados y una sala de cine.

Fotos: David Dumon