Estudio de 33 metros cuadrados en Estocolmo

Lo que da carácter único a este estudio es la zona de dormitorio, separada del espacio de cocina por una pared divisoria con ventana en marco oscuro, gracias a la cual la luz puede penetrar en la zona de comedor desde la habitación.

El tono oscuro de la ventana rectangular se refleja en el rectángulo gris oscuro de la pared de la sala de estar, que se convierte en fondo para varias estanterías con libros y fotografías artísticas.

Paredes blancas y suelo de madera blanca natural, una mesa de comedor antigua con marcas nobles, un refrigerador vintage con forma redondeada y cortinas de lino grises aportan encanto único a este elegante diseño nórdico.