Simfonía del sabor y el color

Ni siquiera hace falta leer la descripción, con las fotos se entiende de inmediato: esta es una vivienda en Nueva York. Los espacios habitables de esta enorme megaciudad se destacan por su singularidad frente a otros lugares: aquí hay mucha vida y energía, una sabiduría cotidiana mezclada con un sano egoísmo. Los tres colores principales de este interior son el marrón, el beige y el azul; las pinturas son protagonistas, una de ellas, la más realista, muestra el Central Park. Aquí vive claramente alguien que se apasiona por el arte, pero que también ama la clasicalidad y valora la elegancia. Los interiores de Nueva York son un conservador y un rebelde que conviven en una misma persona y compiten por el dominio. A menudo se presentan contradicciones y excentricidades, pero sin duda también hay espacio para la nobleza y la ironía.

Fuente: LacquerAndMint