Apartamento de un joven diseñador en Kiev

Probablemente, así debería ser la primera vivienda propia de un joven diseñador que ya ha realizado docenas de proyectos: limpia, blanca y atmosférica, como un lienzo. La diseñadora Vitalina Golubeva realizó su pequeño sueño: se ha hecho con un apartamento en la ciudad que ama, Kiev. Aunque, por voluntad del destino, poco después tuvo que mudarse a Moscú junto a su esposo. «Sin embargo», dice Vitalina, «tanto Kiev como este apartamento ocupan un lugar especial en su corazón y evocan sentimientos únicos».

El apartamento revela de inmediato a una persona del mundo del diseño y la arquitectura: en las paredes cuelgan dibujos originales del hipódromo de Kiev, así como bocetos realizados por Vitalina misma. (Por cierto, precisamente el proyecto de reestructuración del hipódromo fue defendido por Vitalina como trabajo final para su título).

En este objeto, la diseñadora realizó el sueño de su infancia: ventanas hasta el suelo. En este caso, no fue necesario romper nada, ya que estas ventanas fueron instaladas desde el inicio del edificio. La arquitectura del edificio, inspirada en formas holandesas, dictó el diseño interior: elegante, europeo, con uso de materiales naturales. El color dominante es blanco, una base ideal para crear una atmósfera mediante el decorado.

La consola del vestíbulo es otra pieza con historia: Vitalina la construyó personalmente durante el proceso de remodelación como mesa temporal. Para ello utilizó elementos hallados en el almacén: cuatro patas resultaron innecesarias en un antiguo proyecto, y la superficie era una muestra de azulejos utilizados en otro objeto. La estructura se unió con trozos de moldura. Vitalina se ha acostumbrado tanto a esta consola que decidió no despedirse de ella.

Este apartamento, algo muy personal, está lleno de coincidencias: por ejemplo, las estanterías de madera en la sala fueron pedidas antes del viaje a Tailandia, y al volver a Kiev Vitalina recibió un pedido, donde en la caja vio una etiqueta que decía «Hecho en Tailandia», con el sello exacto de la ciudad donde pasó varios días. La historia romántica del hallazgo de una mano metálica también está ligada al Tailandia: sorprendentemente, esta mano apareció teletransportada desde Thaí en el apartamento de Kiev durante su viaje a los Carpatos. O también el parquet natural en el suelo, cuyo nombre corresponde a los lugares de origen del esposo de Vitalina, quien incluso ayudó con la mano metálica mencionada anteriormente.