There can be your advertisement

300x150

4 riesgos asociados al mantenimiento incorrecto del termostato

Esta página también está disponible en los siguientes idiomas:🇺🇸🇷🇺🇺🇦🇫🇷🇩🇪🇵🇱🇨🇳

A medida que cambian las estaciones, también lo hace la temperatura tanto dentro como fuera del espacio. Mientras puedes confiar en el frescor de la primavera, puede parecerte diferente cuando llega el verano, especialmente si tu región alcanza temperaturas inaceptables. Luego, justo después, llega el otoño y enfría todo, solo para que en los meses de invierno te arroje un clima terriblemente frío.

Independientemente de cuán eficiente haya sido el arquitecto en diseñar la casa, no puedes depender solo de la aislación térmica de las paredes y pisos para sobrellevar las variaciones extremas de temperatura durante todo el año. Afortunadamente, puedes considerar usar otros accesorios y dispositivos que ayuden a regular y mantener el nivel de temperatura en el interior para un máximo confort. Entre ellos se encuentran los termostatos.

4 riesgos asociados al mantenimiento incorrecto del termostato

¿Qué es un termostato?

Aunque los termostatos no conducen el calor como lo hacen los pisos y paredes aislantes, desempeñan un papel importante en el control de la temperatura del hogar. Además, este dispositivo asegura una distribución uniforme del calor por todas las partes de la casa.

Puedes monitorear el funcionamiento del termostato observando la información que aparece en su pantalla. Tras una correcta configuración, ejecutará un conjunto de acciones diferentes para mantener el nivel óptimo de temperatura dentro del espacio.

Riesgos de un termostato mal mantenido

Sin embargo, debido a que generalmente opera en segundo plano, podrías notar problemas con el termostato solo cuando la situación llega a un punto crítico, lo cual puede ser demasiado tarde. Dado que está diseñado para optimizar la temperatura en toda la vivienda, puedes notar fácilmente una falla si sientes incomodidad por la temperatura incluso después de varios ajustes.

Si esto ocurre, se requiere una revisión del mantenimiento del termostato. De lo contrario, otras posibles dificultades incluyen:

1. Falla del termostato

La mayoría de los dispositivos necesitan mantenimiento para funcionar correctamente. Incluso aquellos que se usan poco y están en modo de espera deben recibir mantenimiento regular. Puedes imaginar lo grave que es esto para el sistema de calefacción.

Todo lo que funciona 24/7 durante las noches más frías y los días más calurosos se desgastará. Pero esto es esperable en tu sistema de calefacción. Ya que está instalado dentro de la casa para monitorear la temperatura, un termostato defectuoso puede convertirse en un problema serio.

Debido a su función, el termostato puede interrumpir el funcionamiento del aire acondicionado, encendiéndolo y apagándolo en momentos aleatorios. Esto no solo afecta al sistema de calefacción, sino también puede impactar el confort dentro del espacio. Una razón es la acumulación de suciedad en las tuberías del sistema. Debido a estos obstrucciones, el aire que circula por el sistema puede filtrarse. Sin un flujo adecuado de aire, el resto del sistema de calefacción se dañará con el tiempo.

4 riesgos asociados al mantenimiento incorrecto del termostato

2. Temperatura interior no optimizada

Dado que el termostato opera en segundo plano, permanece fuera del campo de visión de todos los que viven en la casa. Por esta razón, no recibe la atención adecuada. Como permanece visible, el termostato puede acumular polvo. Cuando esto sucede, la suciedad impide que los sensores internos funcionen correctamente. Esto se manifiesta en la incapacidad del termostato para leer con precisión la temperatura.

Aunque esto parezca un problema menor, recuerda que el dispositivo está diseñado para mantener la temperatura en el hogar. Ya que ya no puede leer los datos con exactitud, sus ajustes pueden estar lejos de tu comodidad, especialmente si es un termostato inteligente. Si no lo es, podrías sorprenderte de por qué las lecturas parecen completamente incorrectas.

3. Calidad del aire interior deteriorada

Aunque la función principal del termostato es mantener la temperatura dentro de la vivienda, eso no excluye el impacto en la calidad del aire. Al final, un flujo constante de aire exterior a través del sistema de aire acondicionado puede dañar la calidad del aire. Además, el polvo se acumula en lugares que rara vez se mueven.

Aunque los filtros de aire están dentro del sistema de aire acondicionado, una limpieza inadecuada puede provocar su obstrucción. Cuanto más tiempo funcione el sistema de calefacción, mayor será la acumulación de polvo en los filtros. Esto hace que el sistema de aire acondicionado emita menos aire y de mala calidad. Recuerda que las partículas del aire pueden afectar seriamente a personas con vías respiratorias sensibles.

Por lo tanto, además del incomodidad, un mantenimiento deficiente del termostato puede afectar tu salud.

4. Aumento del consumo energético

Como se mencionó anteriormente, aunque el termostato esté sucio de polvo y mugre, seguirá funcionando mientras sus mecanismos internos no se dañen. Sin embargo, debido a una mala optimización de la temperatura, podrías empezar a exigir más al termostato antes de darte cuenta de la causa real del problema. Pero cuando llegues a la raíz del asunto, tus medidores eléctricos ya se habrán duplicado.

Esto ocurre cuando regulas el termostato hasta la temperatura máxima o mínima solo por comodidad, y por eso aumentan los medidores eléctricos.

Conclusión

Cada año la temperatura cambia constantemente con las estaciones; un momento hace frío, y al siguiente calor. Y dependiendo de tu ubicación, estos cambios pueden ser una fuente de incomodidad tanto física como financiera. Por eso tener un sistema de calefacción y termostato será útil. Pero como estos a menudo pasan desapercibidos, su mantenimiento puede ser olvidado. Como resultado, te expones a riesgos que pueden afectar tu bienestar físico y financiero. Por lo tanto, es importante revisar regularmente el termostato para evitar estos riesgos.