Experiencia personal: cómo un restaurador renovó una casa antigua

El dueño de esta propiedad es el restaurador Kit McNally, quien se mudó desde Nueva York a Londres con su familia. Con el paso del tiempo, decidieron buscar una casa rural para descansar los fines de semana, y el criterio principal de búsqueda fue la vista a los famosos paisajes ingleses.

Cuando vimos por primera vez esta casa, nos invadió una sensación de melancolía. El edificio en ruinas se alzaba en medio de 15 hectáreas de tierra, pero precisamente en esas hectáreas residía su encanto.

La última vez que se reconstruyó la casa fue en 1959, por lo tanto Kit tuvo que esforzarse bastante para dejarla en condiciones. La fachada de ladrillo se conservó bien, por lo que solo la limpiaron y reemplazaron las ventanas (en total hay 40).

En cuanto a la distribución, se hicieron algunos cambios menores, combinando cocina, salón y comedor. Ahora la casa de dos plantas alberga varias habitaciones, una sala para cuatro personas y un salón-cocina. Y como guinda del pastel, hay extensas tierras con un cuerpo de agua propio.

Para preservar las tradiciones del hogar y resaltar la romanticidad del estilo inglés en el interior, los diseñadores restauraron las persianas de madera, instalaron una gran chimenea en el salón y revestieron toda la casa con vigas de pino americano antiguo. Kit decidió recubrir las paredes con yeso en tres capas.

Para terminar la reforma más rápido, los diseñadores intentaron convencerme de que no hiciera el yeso en tres capas, pero yo soy partidario de las tradiciones. Mi padre también yesó su casa en tres capas. No estoy seguro si alguien nota la diferencia, pero me gusta pensar que sí.

En la cocina, Kit decidió experimentar y dividió todo el espacio en secciones usando diferentes materiales en cada superficie. Por ejemplo, la superficie de trabajo frente a la ventana está hecha de granito negro, otra cerca del horno es de cobre y el mostrador central está hecho de mármol.

Ya siento arrepentimiento por el granito. Me parece demasiado moderno para ese tipo de interior. Pero mi esposa eligió ese material y si no quiero un divorcio, tendré que dejarlo donde está. ¡Es solo una broma!

Los diseñadores prestaron mucha atención a la iluminación. Kit no le gusta la luz natural, por lo que hay muchas lámparas de pared y mesas. El desafío radicaba en que Kit también ama las pinturas. La competencia entre el espacio de las lámparas y los cuadros fue feroz, pero según el resultado, todo encontró su lugar.

El baño se mantuvo prácticamente sin cambios, solo se instaló un grifo adicional de latón.

Fuente de las fotos: https://www.pufikhomes.com/