Cómo un antiguo ático se transformó en estudio-mansardado para una chica

El proyecto de esta vivienda en el centro de Santander fue desarrollado por la estudio de diseño Aedificare, especializada en la restauración de espacios residenciales antiguos. Originalmente, la vivienda no estaba adaptada para ser habitada, por lo que fue necesario transformarla.

"Antes era un oscuro ático, casi sin luz natural. Por eso, lo primero que hicimos fue reformar las ventanas, ahora se extienden hasta el techo, lo que ayudó a aumentar la iluminación de la vivienda y a ampliar visualmente el espacio", explican los diseñadores del proyecto.

En el centro de la vivienda se colocó un comedor con una mesa redonda, lo que suavizó las líneas estrictas del diseño y despejó el área de paso.

La cocina resultó colorida: ocupa parte del pasillo y recuerda a una pequeña barra. Es un espacio agradable para pasar tiempo, sin obligar a estar todo el día junto al fogón.

La habitación de dormitorio y la sala de estar están separadas por una pared de vidrio con paneles de madera. Para tener privacidad, basta con girar las persianas de bambú.

En el dormitorio se encontró espacio para un guardarropa. Se oculta tras cortinas delicadas de encaje, otro método para dividir el espacio de manera sutil y darle a la habitación un toque más femenino.

En el diseño del dormitorio se apostó por tonos claros y texturas naturales. Es un espacio dedicado al descanso tranquilo y relajante.

Se le dedicó gran atención al cabecero de la cama. Fue construido con paneles de partículas de madera, y los marcos de los paneles están hechos de pino barnizado.

Al igual que en un ático típico, aquí también hay una pared de ladrillo y vigas de madera. Pero toda la brutalidad arquitectónica se suavizó y se equilibró con elementos de estilo rústico-chic acogedor.