Casa blanca en estilo nórdico junto a la playa

Los dueños de esta casa son las esposas Natalie y Daniel Fitche, su hija Willow, el bulldog Buddy y el gato George. La pareja tomó la decisión de comprar una nueva vivienda tan pronto como vieron esta casa.

Buscábamos un coto con mucha luz natural a unos minutos caminando de la playa. Esta casa era exactamente eso, aunque algo antigua, pero sabíamos cómo lidiar con eso.

Cuando la pareja vio por primera vez su futura casa, parecía una choza. Una vieja y un poco inclinada por los vientos constantes del mar. Sin embargo, dentro tenía una buena distribución: dormitorios espaciosos, ventanas panorámicas, gran jardín e incluso una chimenea conservada. Lo único que cambiaron fue eliminar la pared entre la cocina y la sala de estar para crear un espacio social para toda la familia.

Natalie y Daniel hicieron la reforma durante diez meses, pero completaron la parte principal en un mes: reemplazaron las ventanas y persianas viejas, pintaron el suelo y paredes de blanco, enderezaron los techos, pidieron nuevas puertas francesas y muebles.

La primera parte del trabajo resultó sorprendentemente fácil. Y cuando todo estuvo listo, nos mudamos y continuamos decorando la casa poco a poco.

Actualmente, el color blanco es el protagonista en la casa. Ese blanco eternamente fresco se combina con tonos cálidos beige, durazno y marrón. Otra razón para elegir blanco fue que a la pareja les gustan diferentes estilos de decoración, y el fondo blanco, como se sabe, suaviza los distintos estilos.

Nuestra preferencia es bastante diferente a la de Daniel, por lo tanto simplemente las mezclamos y esperamos lo mejor.

La cocina y la sala de estar están conectadas. En la cocina todo sigue siendo blanco: fachadas blancas, superficie de trabajo y barra. Pero los asientos, la mesa de comedor y los utensilios de cocina son de color durazno cálido. Las muebles de madera son prácticos y hermosos por naturaleza, y sus tonos beige combinados con colores campo siempre traen comodidad. Existe también un acento brillante: lámparas de latón.

La sala de estar es el espacio más querido por la familia. Y no es sorprendente: cada detalle crea comodidad aquí: la chimenea, el textil natural, la mesa de café de madera, el helecho verde y mucha luz desde las puertas panorámicas que conducen al patio.

A veces me preocupo por el perro en el sofá blanco, pero luego recuerdo que las fundas se pueden quitar y me siento más tranquilo.

La casa tiene tres dormitorios: el dormitorio de Natalie y Daniel, la habitación infantil y la habitación de invitados. En todos los dormitorios hay énfasis en múltiples detalles: un armario antiguo indio en la habitación infantil, textil natural (piel, sisal, lino) en todas las habitaciones, amplias ventanas en el dormitorio de la pareja y por todas partes helechos verdes hasta el techo. Desde la habitación de invitados, puertas francesas personalizadas conducen al porche. Y lo que suaviza ese casi mágico interior es una calavera de vaca tallada en Indonesia.

El baño es tan aereo y espacioso como la casa. El punto principal aquí es la azulejería marroquí. Las paredes blancas permiten que ocupe el lugar principal.

La joya de la casa es su césped tropical, donde se pueden encontrar todos los matices de verde.