Interior escandinavo cálido: ejemplo de Suecia

Hace poco tiempo, el beige en los interiores se consideraba el principal indicio de ausencia de gusto y fantasía, tan aburrido que se volvió común a principios del siglo XXI. Pero hoy en día, el beige vuelve a ser favorito.

Incluso los interiores escandinavos típicos, tan acostumbrados al estándar gris, cada vez más se "calientan" con nuevos tonos de beige.

Con el uso adecuado de un tono suavizado, los diseñadores lograron crear un interior cálido y suave sin contrastes bruscos.

Se apostó principalmente por un tono gris-beige. En el entorno anglosajón, este color se conoce comúnmente como "greige" o gris francés. Este color combina igual de bien con tonos fríos como con tonos más cálidos.

Por ejemplo, aquí las paredes de tono gris-beige se combinan con ventanas y techo blancos, con suelo de color hueso de elefante y paneles de madera negra en la isla de cocina.

Para potenciar el efecto de unidad entre los tonos, también se eligieron elementos decorativos que riman con la gama cromática. Aun así, los colores se alternan de forma que el liderazgo sigue perteneciendo a los tonos cálidos.

Los interiores escandinavos claros a menudo parecen vacíos. En este proyecto no se siente esa sensación. Al contrario, los tonos suaves resultan un buen fondo para destacar detalles y texturas.

En este proyecto, la atención al detalle del espacio no solo proviene de la decoración mediante lámparas y textiles inusuales, sino también de grandes elementos arquitectónicos como la chimenea y el estante abierto en la sala de estar.

Además, atento visitante puede encontrar un escondite dormitorio oculto que se puede acceder escalando desde la cocina.