Cómo corregir una distribución ajustada y añadir colores y atmósfera

Los tonos verdes se están convirtiendo en la misma clásica que el beige, blanco y gris. En este interior, los diseñadores del estudio Vered Bonfiglioli apostaron por un verde grisáceo frío. Según la escala de estándares de colores RAL, este tono puede clasificarse como el número 7009, Feldgrau.

Es profundo e indeterminado: dependiendo de la iluminación, su percepción puede cambiar del azul al gris. Además, es una excelente combinación con el tono moderno de rosa pálido. Fueron precisamente sobre este contraste entre lo frío y cálido, lo rudo y delicado, que decidieron jugar los diseñadores.

El área de este apartamento en la ciudad israelí de Givatayim es de 73 metros cuadrados, por lo que encontró espacio para una sala cómoda que fluye suavemente hacia la cocina. El centro del espacio está ocupado por un sofá recubierto con terciopelo rosa suave. La paleta de colores se completó con un sillón blanco de Kartell y una ottomana de terciopelo gris.

Tampoco se olvidaron de las zonas funcionales. En la pared libre colocaron un escritorio, el televisor se instaló en una columna que quedó entre la sala y la cocina después de la reconfiguración.

En la entrada, en lugar de un perchero colgado del techo, se colgó una columna metálica negra. Junto a ella se colocó un armario de cristal donde los dueños del apartamento guardan su colección de revistas.

En el pasillo se colocaron armarios: uno para libros y otro para artículos del hogar, donde se escondió la lavadora y secadora.

Para suavizar los tonos fríos y las formas estrictas, los diseñadores añadieron más plantas vivas, textiles e incluso macramé. En la cocina se logró hacer una ventana panorámica, formando así un área acogedora de descanso con muchas plantas y una pequeña cama.

Para la habitación se eligió un tono cálido contrastante de terracota, que también se utilizó al decorar el baño.

La combinación del tono frío de verde grisáceo y el cálido tono terracota resultó beneficiosa para ambos. Los diseñadores lograron crear un equilibrio entre las dualidades en el interior y mantenerse fieles a los deseos de los clientes. El resultado no es un interior pulido del catálogo, sino una vivienda elegante donde es cómodo y acogedor vivir.