Construir desde cero: la casa de arquitectos junto al lago en Dinamarca

Los días normales de la familia de los arquitectos Sara y Mikkel se pasan en Copenhague. Allí viven en un apartamento, y cerca de allí están su trabajo y la escuela que frecuenta su hija mayor. Pensaron que sería bueno tener una casa de campo cuando la familia tuvo por segunda vez un nuevo miembro.

Guiándose por el principio de que si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo, Sara y Mikkel compraron una parcela en medio del bosque junto al lago Arresé y se pusieron a construir su casa de sus sueños por sí mismos, casi sin ayuda externa.

La pareja logró terminar en un año dedicando sus fines de semana y vacaciones al proyecto. Llevaban a los niños con ellos, y ya que el niño activo necesitaba mucha atención, la finalización del proyecto se retrasó varios meses. Para las primeras noches en la nueva casa empezaron a quedarse después de instalar la estufa de leña, la principal fuente de calor.

La casa resultó luminosa y espaciosa, con una distribución abierta y dos dormitorios, uno de los cuales se organizó en el primer piso. No tiene ventanas, pero la luz entra a través de una partición de listones. Esta solución es una de las más impactantes del hogar: la luz natural es suficiente incluso en días nublados, y en días soleados la habitación simplemente se sumerge en luz.

La mayoría de los muebles, incluyendo el sofá en la sala y las sillas barra, fueron hechos bajo diseño hecho por Sara. Algunos se compraron en mercados de pulgas y otros se mejoraron. Para los artículos de consumo se usó una visión pragmática danesa. Por ejemplo, construyeron un mueble bajo el lavamanos en el baño usando trozos enteros de MDF que sobraron después del montaje de la cocina.

Al mirar hacia atrás, Sara y Mikkel están seguros de que la casa podría haberse construido en unos pocos meses si hubieran trabajado todos los días. De cualquier manera, ahora los arquitectos tienen no solo una nueva casa, sino también una experiencia nueva, que es igual de valiosa.