Cómo mejorar el interior de una casa rural a bajo costo: ejemplo real

A este casa inglesa del año 1850 se le necesitó la ayuda del arquitecto María Spick cuando la cliente y madre de tres hijos decidió emprender un negocio propio en paisajismo. Resultó que en la casa simplemente no había espacio para un despacho, la cocina no se había renovado en más de diez años y las hijas estaban creciendo y seguían compartiendo un cuarto entre tres.

Pero María no era casualidad. Durante quince años trabajó con interiores londinenses. Su experiencia acumulada y sensibilidad hacia las necesidades de la cliente ayudaron al arquitecto a aumentar el área útil de la casa y transformar su ambiente con métodos económicos y eficaces.

Primero, la arquitecta propuso deshacerse de la amplia escalera entre el primer y segundo piso. Como resultado, la escalera se trasladó a una parte lateral de la casa y se reemplazó con una más estrecha y compacta. Esta solución permitió aumentar el espacio de la sala principal. El vestíbulo se dejó prácticamente vacío para crear una ilusión de casa espaciosa y luminosa.

La cocina se alargó un poco y se le añadieron colores, pintando las puertas en verde vibrante. “Resultó muy inglés”, comenta María.

La idea de reorganizar el segundo piso y asignarle a cada hija una habitación individual quedó guardada para más adelante. Las chicas consultaron y decidieron que aún estaban bien así —juntas. Solo renovaron la mobiliario: no solo en el cuarto infantil, sino también en toda la casa — se volvió más brillante y elegante. Por cierto, la familia nunca llegó a adquirir renovaciones globales: simplemente reforzaron los viejos muebles con nuevos tejidos.

En cuanto al despacho, decidieron hacerlo radialmente y con mucho valor: lo ubicaron en el jardín. De un pequeño cuarto de invitados sumergido entre plantas y flores, se obtuvo no solo un espacio de trabajo excelente, sino también un lugar ideal para inspirarse en nuevos proyectos.

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