Casa muy antigua con acabado y decoración vintage

La casa de dos pisos en una pequeña isla en medio del lago cerca de la ciudad sueca de Svartön fue construida en 1885 por un cartero local con el fin de dedicarse a la agricultura aquí. En ese entonces, los primeros pisos de estas casas tradicionalmente se reservaban para la cocina y el área para el ganado, mientras que los espacios de descanso se ubicaban en el segundo piso. De ahí que la casa tenga una superficie considerable, cerca de 300 metros cuadrados y tres dormitorios en el segundo piso.

El tiempo pasó, la apariencia de la casa cambió, fue vendida, comprada y vendida nuevamente. Hasta que en 1976, Ulla-Britt Englund por primera vez no lo vio mientras realizaba una caminata en el lago en una embarcación. A la mujer le encantó la casa, y justo entonces fue puesta en venta. Pero en ese momento no funcionó: cambiar de vivienda no estaba en los planes de Ulla-Britt, y además, para la transacción no se logró reunir la cantidad necesaria. La casa fue comprada otra vez por alguien más, y casi veinte años después la mujer se enteró de que nuevamente estaba en venta y entendió: ¡es hora!

La casa se encontraba en un estado bastante malo, en algunas partes incluso tuvo que reforzar las paredes. Sin embargo, este viejo "señor" tan desgastado fascinó tanto a su dueña que decidió dejarlo intacto, en la medida de lo posible. 

La cocina estaba realmente mal: inicialmente Ulla-Britt pensó restaurarla, pero al final simplemente hizo lo que pudo y ordenó un nuevo gabinete. Rediseñaron completamente uno de los dormitorios. 

Los papeles pintados antiguos, con los que están decoradas casi todas las habitaciones, son nuevos en realidad – la dueña los eligió específicamente para que se ajustaran al carácter de la casa. Las lámparas y velas decorativas tampoco son aleatorias; se combinan armoniosamente con la veranda tallada y las chimeneas.

En invierno la casa se vacía y algunas habitaciones se cierran por completo. En otras épocas del año acoge a niños y nietos de la dueña. Varias habitaciones están decoradas como habitaciones infantiles. En ellas se colocó mueble vintage, al igual que en todas partes, excepto más ingenuo y también juguetes antiguos pero increíblemente encantadores. En todo esto no hay lujo, pero sí algo inalcanzable e incluso más importante: atmósfera.

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