Cómo elegir ropa de cama: 6 consejos útiles

Consejo n.º1: elija el tamaño adecuado

Muchas personas saben que existen varios tipos de tamaños de ropa de cama: individual, semi-doble (150x210 – 160x220), doble (175x210 – 200x220), europeo o también llamado "kingsize" (200x220 – 220x240). Los tamaños de las fundas también pueden variar – 50x70 o 70x70. En algunos conjuntos se pueden encontrar fundas de ambos tamaños, pero es importante prestar atención a este detalle para evitar problemas con el ajuste posterior.

Consejo n.º2: preste atención a la calidad

La ropa de cama debe permitir la circulación del aire, "respirar" y, por supuesto, absorber el sudor. Es mejor elegir ropa hecha de telas naturales como seda, lino o algodón. Debe prestar atención a la resistencia del material, ya que la ropa de cama requiere lavado frecuente. Es preferible que la tela sea densa, de lo contrario se romperá tras algunas lavadas. La densidad del material se puede evaluar a simple vista – la estructura de las fibras es visible inmediatamente.

Consejo n.º3: elija el material de la ropa de cama

La fibra más popular para ropa de cama hoy en día es el algodón. Las telas de algodón, dependiendo de la técnica de tejido de las fibras, pueden variar: lino, satén, batista. El lino es un buen material para textil doméstico ya que es una tela resistente e innovadora con un precio relativamente bajo. La ropa de batista generalmente se usa para ocasiones especiales, ya que no está diseñada para uso diario, pues tras 20 lavadas se adelgaza. El satén es una tela resistente y hermosa con un leve brillo.

El lino y la seda también son muy populares para fabricar ropa de cama. El lino es un material que no permite que uno se enfríe en invierno, pero tampoco resulta demasiado caluroso en verano. Sin embargo, exige un cuidado especial, ya que se arruga fácilmente y es difícil plancharlo. La ropa de seda luce con lujo, pero solo si es de alta calidad.

Consejo n.º4: revise las costuras

Inspeccione la ropa – almohada o funda – desde el lado interno. Una buena ropa de cama debe estar cosida con una costura doble especial y los bordes deben estar ocultos dentro. Los bordes sin terminar son una señal de producto de mala calidad. Los hilos con los que está cosida la ropa deben ser resistentes y combinarse con el color del material. La ropa debe estar cosida de un solo trozo sin costuras en el centro. Si el conjunto tiene bordados o ribetes, también deben ser de buena calidad y no irritar la piel.

Consejo n.º5: seleccione el color y el patrón

Actualmente la ropa de cama se ofrece en una amplia gama de colores y estampados, por lo que elegir uno específico puede resultar difícil. Al seleccionar la paleta de colores del conjunto, tenga en cuenta los tonos predominantes en la habitación – idealmente, la ropa de cama debe armonizar con los colores de las cortinas y las paredes.

Para un descanso completo, las tonalidades tranquilas y pastel son ideales – rosa, azul, amarillo, verde, blanco. Por otro lado, los colores rojo, naranja y negro invitan a una noche apasionada y romántica. Un patrón pequeño puede promover un sueño relajante, mientras que la ropa con estampados grandes estimulan. Para descansar después de un día laboral, los motivos geométricos son apropiados. La gama blanco y negro debería evitarse diariamente – se percibe como agresiva y puede cansar.

Consejo n.º6: evalúe el color del tejido

Observe la intensidad del patrón. Un color demasiado intenso puede desvanecerse tras solo unas lavadas. Huela la ropa – la tela debe tener el aroma de un nuevo textil, mientras que un fuerte olor a tintura indica mala calidad y puede desaparecer rápidamente. Compare la intensidad del color entre el frente y el reverso – deben ser casi idénticas. Además, la temperatura máxima recomendada para lavar según la etiqueta también es un indicador de calidad de los tintes. Si la ropa resiste una temperatura de 60 grados, significa que los tintes son estables.