Casa Terrano de Fernanda Cánalès en Valle de Bravo, México

Proyecto: Casa Terrano
Arquitectas: Fernanda Cánalès
Ubicación: Valle de Bravo, México
Área: 2 152 pies cuadrados
Fotografías: En propiedad de Fernanda Cánalès

Casa Terrano de Fernanda Cánalès

Casa Terrano es una única vivienda moderna ubicada en la meseta de una montaña en México, Valle de Bravo. Fue diseñada por Fernanda Cánalès en un estilo tradicional con un toque moderno y ofrece más de dos mil pies cuadrados de espacios residenciales encantadores rodeados por la naturaleza virgen.

La casa se encuentra en la meseta de una montaña a aproximadamente tres horas de viaje desde Ciudad de México y aspira a dos cosas que parecen contradictorias: refugio y apertura. Por un lado, busca convertirse en un refugio frente a los cambios climáticos repentinos, donde puede haber una diferencia de casi 30 grados Celsius en un solo día y donde durante seis meses casi todos los días llueve. Por otro lado, aspira a abrirse al amplio paisaje.

Para satisfacer tanto la necesidad de refugio como el deseo de apertura, la casa está organizada en torno a cuatro patios internos. El primero es un patio curvo que sirve como espacio de transición entre el mundo exterior y la casa; el segundo es más grande y central, que marca la transición de las zonas privadas a las públicas. El tercero, ubicado en un nivel más bajo, representa un espacio oculto que conduce a las terrazas del techo. El cuarto patio forma algo así como un edificio para espacios de servicio.

Estos cuatro patios internos permiten crear diferentes zonas dentro del paisaje ilimitado y definen con precisión las vistas. También ofrecen mayor dinámica entre el espacio interior y el exterior: cada zona se enfrenta a un patio desde un lado y al espacio abierto desde otro, lo que genera flujo de aire, luz proveniente de dos o tres direcciones y forma la casa tanto dentro como fuera.

Este estado dual de la casa también se refleja en su apariencia material: exteriormente está construida con ladrillo, mientras que interiormente utiliza concreto y madera. El color rojo y la textura áspera provocada por el uso de fragmentos de ladrillo resaltan una atmósfera completamente distinta comparada con las superficies lisas y tonos neutros del interior.

Los techos de las habitaciones, oficina y comedor están hechos de bóvedas de concreto que crean una nueva topografía que complementa el paisaje vegetal de los techos planos correspondientes a las zonas menos importantes: cocina, baños y almacenes. Así surge una interacción entre la forma orgánica de las bóvedas recubiertas con barro y los techos verdes.

– Fernanda Cánalès