Casa estudio CHOI de Cubo Rojo Arquitectura en León, México

Proyecto: Casa estudio CHOI Arquitectos: Cubo Rojo Arquitectura Ubicación: León, México Área: 4090 pies cuadrados Fotografías: César Béjar Studio

Casa estudio CHOI de Cubo Rojo Arquitectura

La casa estudio CHOI de Cubo Rojo Arquitectura representa una profunda conexión entre el arte y la arquitectura. Ubicada en la ciudad de León, México, este hogar borra las líneas entre el espacio residencial privado y una galería artística. Diseñado para un pintor y amante del arte, el proyecto ofrece una experiencia única. Al entrar, la vista del visitante se dirige hacia el lago El Palote, satisfaciendo el deseo de la familia por impresionantes paisajes. Los espacios internos están planificados para crear diferentes atmósferas con distintas alturas y escalas. La zona social recuerda una galería artística, mientras que las áreas funcionales están destinadas a la intimidad. El estudio, un elemento esencial para el artista, se mezcla suavemente con el paisaje.

El arte es una de las manifestaciones más grandes del alma humana, alimenta el espíritu y es percibido de manera diferente por cada persona. La arquitectura siempre ha mantenido una estrecha relación con el arte y la estética, sin embargo, el espacio no es solo un aspecto que se considera: el espacio es un lugar vivo y cuando es necesario, la arquitectura se manifiesta. La atmósfera y la expresión de este proyecto están basadas en la idea de ofrecer al cliente, al artista y al amante del arte, todas las decisiones arquitectónicas necesarias. El objetivo es construir una casa que preserve el espíritu de una galería artística dentro y al mismo tiempo posea la identidad de un museo artístico desde el exterior, es decir, un objeto para observación y reinterpretación por cada espectador.

La distribución de los espacios se ha definido basándose en la imaginación de diferentes rutas y situaciones dentro de la casa, que ofrecen al usuario una experiencia variada en cada uno de los espacios que componen la vivienda. Un requisito principal de la dueña fue disponer de un taller para trabajar con pinturas al aceite, además de necesitar un espacio para exhibir obras a sus invitados. Esto nos impulsó a transformar la zona social de la casa en una experiencia similar a una galería artística.

Delante del edificio, en el nivel de la calle, se encuentra un estacionamiento; sin embargo, la entrada peatonal asciende 1.60 metros por encima del nivel de la calle. De esta forma, al ingresar a la casa se obtiene una vista directa sobre el lago El Palote, ya que tener vistas al agua y paisajes fue una exigencia principal de la familia. Al entrar, además del paisaje, se puede observar la amplitud del interior gracias al alto techo en la zona de galería y habitación principal con acceso a nivel cero, donde también se encuentran las áreas funcionales como cocina, comedor y baño. Estas zonas funcionales tienen su propia altura en un escala más íntima, creando una atmósfera diferente. En este nivel también hay acceso a la terraza, las escaleras se combinan con el jardín hasta llegar al punto más bajo del terreno, donde se encuentra la lavandería y gimnasio. Un muro de piedra excavado desde el suelo se eleva en la zona adyacente para decorar el paisaje natural.

Al regresar al nivel de entrada, contamos con un pasillo que invita a mirar la zona social y la galería desde otro ángulo, además de conectarse directamente con el estudio, que se mezcla suavemente con el paisaje y jardín gracias a elementos de vidrio que proporcionan luz y ventilación.

En el primer piso se encuentran las habitaciones accesibles por una escalera lineal de concreto, y junto a un conjunto de cúpulas que crean un efecto escultórico entre la luz y el espacio continuo. Desde el primer piso se puede apreciar el espacio a través de la asombrosa altura central de la casa. Las habitaciones se colocan a ambos lados del terreno: en el lado este están 2 habitaciones con vistas que permiten observar toda la ciudad y el entorno natural, un balcón que conecta ambas habitaciones creando un pequeño espacio compartido. En el lado oeste se encuentra una habitación que da a la calle y se conecta con la zona abierta de la casa, proporcionando cierta autonomía respecto a otras habitaciones, pero manteniendo la conexión con el resto. Cerca de esta habitación se encuentra la terraza, ofreciendo un espacio compartido más conectado con la calle y los vecinos.

-Cubo Rojo Arquitectura